Otra vez era lunes los niños subían al auto que iba escoltado por varios guardias de seguridad antes de entrar al auto, Elizabeth los abrazo, beso su frente y les dijo que los amaba como era costumbre.
Ella caminó hasta el auto abrió la puerta entro y lo encendió mientras esperaba a que Williams saliera de la casa, no podía creer cuanto tiempo tardaba en vestirse, solo tenía que ponerse una camisa y un traje que tanto tiempo podía tardar en eso.
—Listo ya estoy aquí, lamento haber tardado es que no sabía que traje usar, tengo una invitación a cenar, esta noche conocí un chico maravilloso, tienes que verlo.
—Lo único que voy a ver es lo tarde que llegaré a la corte gracias a ti.
—Llegaremos a tiempo, además tú tienes uno de los autos más veloces que puede haber el juzgado estará allí.
—Gracias por decirlo, pero la próxima vez llegarás al juzgado en taxi en cuanto a tu cita, espero que te hayas tomado el tiempo en averiguar quién es, que hace, cuál es su familia y a quienes frecuenta.
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