20.
SOPHIE
Me despierto antes de que suene la alarma, con esa sensación extraña que aparece cuando el sueño no es descanso sino una prolongación fragmentada de lo que se vivió el día anterior. Quisiera decir que dormí profundamente, pero sería mentirme. La verdad es que pasé la noche entera moviéndome entre pensamientos que parecían empeñados en no dejarme en paz, en no permitir que el cansancio tuviera la oportunidad de hacer su trabajo. Y no fue por culpa del juicio, ni de Carrie, ni siquiera de la tensión que llena el aire desde que nuestra vida volvió a girar alrededor de un trauma que creíamos enterrado. No. Fue por Christopher.
La luz entra por la ventana antes de que yo me mueva. Es tenue, amarillenta, como si también estuviera despertando con pereza. La habitación está silenciosa, salvo por la respiración calma de Roger a mi lado. Él duerme profundamente, ajeno a todo lo que yo estoy cargando. Ajeno a lo que pasó anoche. O mejor dicho: ajeno a lo que sentí anoche. Porque lo que o