No volverán a tocarla
Luciano Lennox-Spencer
Hay momentos en que parten la vida en dos. No por lo que sucede, sino por lo que uno siente en el instante exacto en que lo pierde todo.
Yo estaba en una videollamada cuando sucedió.
Mi mano derecha sostenía el móvil y mi otra se extendía inconscientemente hacia el costado izquierdo de la cama… donde Isabella solía estar sentada, o dormida, o escribiendo en su cuaderno. Pero ese día, esa tarde en particular, mi mano solo encontró una sábana tibia y arrugada.
Y algo en mí se estremeció.
Seguí hablando con el equipo legal. Fingí que todo estaba bien. Coordinábamos la próxima audiencia sobre la denuncia contra Jason. Marcos acababa de encontrar documentos que vinculaban algunas de sus propiedades con actividades fraudulentas. Era el tipo de información que podía ponerle la soga en el cuello… si jugábamos bien.
Pero no podía concentrarme.
Giré la cabeza lentamente hacia la ventana. Y no estaba, Isabella no estaba, su bata rosa tampoco y