Capítulo 63
Demonio Lobo
Mia se encontraba en su despacho, la habitación estaba iluminada por el cálido resplandor de las lámparas artesanales hechas por artesanos del pueblo. A través de las grandes ventanas, podía ver cómo la noche comenzaba a envolver el castillo. La reina sentía su paciencia colapsar lentamente; la disputa entre Deimos y Seth, aunque pequeña, la había dejado con un sabor amargo. No podía permitirse distracciones ni conflictos internos en un momento tan crítico.
Unos golpes firmes en la puerta la sacaron de sus pensamientos.
—Adelante. —Informó Mia con firmeza mientras seguía ojeando unos documentos, aunque su tono era más frío de lo habitual.
Deimos entró, cerrando la puerta tras de sí con cuidado. Su postura era rígida, pero el leve temblor en sus manos revelaba la incomodidad que sentía al enfrentar a Mia en ese estado. Había servido a su reina durante años, había luchado y sangrado a su lado, pero sabía que había cruzado un límite que ella no iba a dejar pasar.