—Estoy cansada, todo esto está acabando conmigo y simplemente no puedo continuar como lo venía haciendo, Deimos. Me siento asustada todo el tiempo, temo perder a mi hija, a mi familia, a todos los que dependen de mí. ¿Cómo pueden poner sus vidas en las manos de alguien que no sabe lo que hace la mitad del tiempo? —Farfulló Mia haciendo aspavientos.
—Ambos sabemos que puedes con todo esto y te entiendo. Pero, esta no es la forma de hacer las cosas y lo sabes… ¿Cuántas veces lo has intentado así y no ha funcionado? —Insistió Deimos.
—Ambos sabemos que la paz no es la solución y ni hablar de la debilidad. —Respondió la pelirroja alzando su tono de voz. —Aamon solo quiere la muerte y así es como esto terminará, debo matarlo sin importar el costo.
—Mia, no lo entiendes… —Instó el pelinegro. —Si siguas haciendo esto, el poder te consumirá y Ayla quedará sin una madre. Este plano no está hecho para soportar a alguien con tu poder y nunca podrás volver a verla.
El peso de sus palabras cayó sob