La sonrisa en el rostro de Aidan fácilmente pudo volver a fastidiar a Olivia, pero los brazos del hombre la envuelven en un abrazo en dónde todo su cuerpo se derrite ante el tacto. Olivia había dejado escapar un suspiro, su pequeño rostro se ocultó en el pecho del hombre, Aidan la tomo del rostro y le besó eufóricamente, las caricias fueron subiendo de tono, hasta que las batas de dormir volvieron al suelo las mano de Aidan exploran cada centímetro del cuerpo de Olivia, sus dientes dejan pequeñas marcas en su cuello, hasta que los gemidos de Olivia aumentan de tono, puesto que Aidan se llevó uno de los pechos de Olivia a su boca ejerciendo una pequeña presión entre sus dientes aquella sensación generó una sensación electrizante en su cuerpo, mientras una de las manos del hombre explorar cada centímetro del cuerpo de ella.

Entre gemidos y caricias la ansiedad de volver a sentirse piel a piel aumenta, el deseo de Aidan nubla la racionalidad de la mujer que está dispuesta a entregarse co