La llegada a la gran Región a Olivia la había dejado exhausta, el vehículo de Aidan se dirige directamente hasta la Villa en donde vivirán a partir de este momento.
—Hemos llegado – murmuró el hombre suavemente mientras acariciaba el cabello de la mujer, Olivia abrió los ojos mínimamente percatándose de que el lugar en donde se encontraban era totalmente desconocido para ella – aquí viviremos desde este momento – la dulzura en la voz de Aidan era fascinante.
— ¿Te he dicho que viviremos juntos? – Olivia miró al hombre de manera acusadora y Aidan no pudo evitar sentir un poco de pánico en su corazón, puesto que efectivamente Olivia no le había dicho que vivirán juntos.
— Olivia, te quiero conmigo, por favor vivamos juntos – la desesperación en su voz hizo que la mujer sonriera y después de unos segundos había tomado la decisión de responder.
— Bien, pero conoces de mi condición, conoces de mis condiciones Aidan – Olivia volvió a repetir aquellas palabras - y no voy a tolerar ningún err