Tensión II
-VEN AQUÍ. -La voz ronca por el enojo había hecho tropezar a Ana, tal vez se había pasado un poco y ahora debía correr.
Se puso de pie y se olvidó de arrojar nieve, simplemente corrió en zig zag para evitar ser atrapada. No duró mucho cuando los brazos de Ashven la rodearon por detrás y la levantó por los aires. Sus pies ya no llegaban al suelo por más que siguiera moviéndose.
-Suéltameee -Pataleó y luchó por liberarse cuando Ashven comenzó a caminar con ella colgando de sus brazos como si fuera un abrazo, sólo que este apretaba sus costillas demasiado y sus brazos estaban inmovilizados.
Llegaron al cobertizo y Ashven forcejeó con la mochila mientras sostenía a Ana contra su propio pecho como si fuera un saco de harina rebelde. Ella pataleó más fuerte al ver que él intentaba sacar algo.
-¿Qué haces? ¡Suéltame.
Quédate quieta. -Se quejó. -Voy a atarte a un árbol y a arrojarte nieve, para que veas que divertido es. -Gruñó entre dientes, sin un rastro de humor
-¿¡Qué!? ¡E