–No entiendo para que Ashton me pidió que fuera a ver no sé qué a su cabaña. –Iba protestando Dante durante todo el camino.

Estaba en su carro camino a la cabaña que tenía Ashton de toda la vida, aquella que heredó de su madre. Después de un buen rato llegó por fin al lugar, entró y le llamó la atención que la luz de de la segunda planta estuviera encendida, lo mismo Ashton que Megan llevaban tiempo sin ir; se puso la mano en el arma que siempre usaba en su cadera derecha y subió con precaución. La puerta del cuarto principal estaba entre abierta, cosa que le pareció muy raro, asi que fue directamente ahí y cuando abrió la puerta por completo ahí estaba ella, esperándolo.

UNA HORA ANTES...

–¿Qué necesitas? –Preguntó Megan.

–Necesito ver a Dante, quiero advertirle que corre peligro, hoy se enfrentó a Andrés en la escuela de Matias y este no anda muy contento que digamos.

–Dios mio, esto se está complicando.

–Se está quedando en tu casa ¿verdad?

–Si, pero tengo una idea me