Alexei
No me gusta admitir debilidades. No me gusta reconocer que hay cosas que escapan de mi control. Pero ella… Aria me saca de mí mismo. No importa cuánto intente evitarlo, mantenerme lejos de ella se ha vuelto una batalla perdida desde el primer maldito día.
Hoy debería haber sido un día como cualquier otro: reuniones aburridas, amenazas veladas, y otro par de negocios que huelen a sangre y pólvora. Pero no. Hoy, lo que me hizo perder el control no fue el riesgo de un arma apuntándome a la cabeza… sino verla a ella, cruzando la puerta de mi oficina como si no supiera que cada paso suyo me desarma.
Y claro, lleva ese maldito vestido negro. Ese que se pega a su cuerpo como si supiera exactamente qué bot