La mañana siguiente, Mikkel se fue a la empresa temprano como de costumbre, Lía desayuno con el abuelo, Henrik suspiró al verla tan demacrada, pero no hizo comentario alguno, ya Mikkel le había comentado lo que había dicho el médico.
Lía trabajó desde la computadora ese día, se sentía un poco mejor, los efectos de la quimioterapia parecían darle tregua, revisó algunos contratos, y proyectos, después los envió a Mikkel por correo con algunas anotaciones, él le envió un mensaje agradeciendo, estaba saturado de trabajo esos días.
Mikkel regresó por la tarde, ya casi de noche le entregó a Ana algunas cajas de cosas que había comprado para Lía, le dijo que le dijera que él se arreglaría en la habitación de invitados, que bajara cuando estuviera lista, Ana asintió e hizo lo que le pedía.
Lía se sorprendió al recibir las cajas, al abrirlas vio que se trataba de unos zapatos y un vestido, además de un bolso y joyería, se bañó de prisa, después encendió el secador y secó con cuidado su cabello