Despues de la salida con Ana, sus palabras se quedaron como eco en mí, embarazada.

No podía ser, no era posible ¿o sí?

Me negue que esto fuera posible, pero de repente en mi mente llego aquellos recuerdos con Matías, cuando el me usaba como su amante, como la otra. Entonces recorde, en ese entonces no me tome el tratamiento, ninguna pastilla.

¿Y si estaba embarazada?

¿Qué iba hacer?

Difinivamente eso deberia ser un error, no puedo estar embarazada, y mucho menos de un hombre que me destrozó y que ahora me he propuesto superar.

Durante el resto del día, estuve tan entrada en mis pensamientos, así que decidí ya no salir, ni hacer nada más.

Se llego la noche y finalmente me dormí.

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Al día siguiente, me desperté normal, cómo cualquier otro día. Pero apenas pasaron unos minutos, cuando logré despertar bien, la palabra seguía golpeando mi mente como un eco imposible de silenciar: embarazada.

Ana la había soltado con naturalidad, como si fuese s