Sonia miró instintivamente hacia la habitación del hospital cuando oyó estas palabras de la secretaria.
—Leandro estaba sentado allí tranquilamente.
Al mirarlo, Sonia recordó de repente el abrazo que le había dado esta mañana.
Su relación con él originalmente era solo contractual, incluyendo el matrimonio.
Pero en ese momento, solo tuvo un pensamiento en mente, solo quería un abrazo.
Sonia también sabía que esto ya superaba los límites de su contrato.
Pero Leandro no lo mencionó, y ella tampoco.
Probablemente porque Sonia lo miró demasiado tiempo, Leandro notó algo extraño y la miró inmediatamente.
Sonia respiró profundo:
—Tengo que volver a la empresa, haré que venga una enfermera, aquí...
—No te preocupes, ve —dijo Leandro rápidamente—. Hoy no tenía nada que hacer.
—Pero...
—¿Lo olvidaste? Vamos a casarnos, tu padre será mi suegro, ¿no es natural que lo cuide?
Estas palabras de Leandro dejaron a Sonia sin saber qué responder.
En este momento, rechazarlo claramente no sería apropiado,