El movimiento de Diego quedó paralizado.
La mujer rápidamente señaló a Sonia con el dedo.
—¡Todo por esta mujerzuela! ¿Crees que no sé por qué Andrés se divorció de ella? ¡Porque ya estaba usada! ¡Desde adolescente se revolcaba con su padrastro! ¡Si te metes con ella, podrías hasta enfermarte!
Para entonces, casi toda la gente del salón principal se había congregado allí.
Las palabras de la mujer, pronunciadas con voz potente, llegaron a los oídos de todos los presentes.
Sonia se quedó petrificada.
Incluso las palabras que quería decir se desvanecieron.
La expresión de Diego cambió y lentamente dirigió su mirada hacia Sonia.
Esa mirada de asombro, junto con el murmullo explosivo de la multitud, fue como un tsunami repentino que sumergió por completo a Sonia.
Sonia había pensado que no le importaría.
Después de todo, hace varios meses, ella misma había revelado este pasado frente a mucha gente en el restaurante.
En ese momento, ya había anticipado que cuando esta historia llegara a oído