Sonia no respondió, solo tomó lentamente el peluche.
Diego notó inmediatamente que algo andaba mal: —¿Qué pasa?
Sonia bajó la mirada sin responder: —Nada, vámonos.
—¿Qué sucedió exactamente? —Diego se puso ansioso y la sujetó del brazo— ¡Dime!
—Alguien me tocó hace un momento —dijo Sonia, respirando profundamente.
Diego se quedó perplejo un instante. Luego, comprendiendo súbitamente, su rostro cambió: —¿Quién?
—¿Qué?
—¡¿Que quién fue?!
Diego giró la cabeza mientras hablaba. Justo entonces, vio al mismo hombre que había tocado a Sonia acosando a otra chica, con la misma sonrisa lasciva.
—¿Es él? —preguntó a Sonia.
Pero antes de que pudiera responder, Diego ya se había lanzado contra él, estrellando su puño contra la nariz del hombre.
—¡Muérete! —gritó.
*
—Señor Campos, la pintura ha llegado. Aquí está el recibo —Lucas le entregó el documento a Andrés.
Andrés solo respondió con un murmullo.
Lucas dudó antes de continuar: —Su madre llamó hace poco. Parece que se enteró de que compró la ob