Cristian Crawford seria padre, pero eso nunca sucedió. fruto del amor con Kasandra Armad jamás nació. Ella tomó una drástica decisión. Ella se marcha un tiempo al extranjero en busca de aventuras, y esplendor, otro rico hombre a quien seducir. El anillo de compromiso es devuelto ante lo cual la boda se rompe. Cristian se esfuerza para seguir sus estudios, trabajar y llegar a lo alto de la cima, no tiene pensado dejar que otra mujer se acerque a su corazón, nunca más. Mientras Kasandra busca libertinaje, Cristian es postulado para tomar las riendas de la compañía, en medio de sus logros, el amor tocará su puerta, él no quiere aceptar que la chica que pasa tiempo junto a él, le está robando el sueño cada noche. Romance, comedia, celos, besos crean el momento perfecto. Sus padres guardan un gran secreto que parece ahogarlos, necesita salir a luz, quizás así logren ser libres y tener paz. La vida da sorprendentes giros, algunos inesperados que nos atormentan las sombras oscuras, los fantasmas del álbum de fotos, las piezas que poco a poco encajan en una historia conmovedora. Un destino que Cristian debe seguir, cambiando todo en su vida para conquistar esa felicidad que jamás ha llegado, el despertar de un alma sumida en la más profunda tristeza renacerá como brillo de esperanza en el túnel mas oscuro. Un destello tocará la puerta de su corazón. Carla Belfort, chef y empresaria, dueña de dos de los cinco mejores restaurantes de la zona, es aprobada para ser su futura esposa. Cherli su fiel asistente se siente enamorada, pero no correspondida, ella es divertida, un poco despistada, tímida en ocasiones, sensible y tierna Cherli y Cristian vivirán momentos que los llevarán a sentirse atraídos a una apasionada historia de amor, sentimientos y ternura.
Leer másSu asistente personal colocaba la correspondencia en orden, junto a varios documentos. El té estaría sobre el escritorio inmediatamente Cristian entrara por esa puerta.
Cherli revisaba que nada faltara. En minutos haría su arribo todo debía estar impecable.
Era el nuevo presidente de Crawford Company Ingenieros.
Sus padres, Ann Lee y el señor Derek Crawford arribaban en aquel momento a la empresa.
Pasaban a ver a su hijo y notificarle que la abuela estaba de paseo por esos días.
El ascensor se abría y daba paso a Cristian, se desplazaba en compañía del señor Kril y su personal de seguridad quienes discretamente caminaban a su lado. Kril era encargado de todo su esquema, era de su absoluta confianza.
Una vez dentro del auto se relajaba mientras avanzaban a la oficina, le informaron que sus padres estaban ya en las instalaciones.
Cerrando sus ojos por varios minutos, sus pensamientos se remontaron a unos siete años atrás.
Recordaba todo como si fuera ayer;
“Ese día colocaba todo en orden en la bandeja para llevarla a la habitación, Kasandra había accedido a quedarse unas semanas junto a él.
-Despierta bella durmiente, quiero que desayunes antes de irme, estoy en finales, así que estos días tendré mucho trabajo, recuerda que estoy en un proyecto nuevo, y dentro de dos meses viajaremos para ocuparme de todo personalmente… te quiero junto a mí…aprovecharé para que mis padres te conozcan, te dije que deseo que seas la única y para siempre-.
-Quédate todo el día conmigo…te necesito-. Le seducía besando su cuello.
-Cariño no tardaré mucho, debo hacer unos trámites, tendré dos juntas en la tarde, pero regresaré temprano. Quiero esta noche invitarte a cenar a ti y nuestro bebé…le pasaba la mano sobre su vientre con ternura inmensa, le besaba. Ella lo asió contra su cuerpo-.
-Si te quedas pasaremos momentos increíbles-.
-No lo dudo…pero debo irme, ya llegó Kril, ahora duerme y se una buena niña-. Se incorporaba de un salto para lanzarle un beso e irse.
Pero…la felicidad de ese día le resultó corta, y la amargura larga”.
-Señor hemos llegado, sus padres le esperan-. La puerta se abría y le devolvía del pasado al presente.
-Gracias señor Kril, no les hagamos esperar-.
Cristian Crawford Lee, era un hombre imponente, caballeroso, serio, frio, de sonrisa cortes, desconfiado, al interior de su corazón poseía nobleza y sencillez. Pero no daba entrada a su mundo tan fácil.
Tenía una perfecta disciplina de entrenamiento diario, por eso su cuerpo atlético y músculos eran definidos. alto, sexy, atractivo, cabellos negros espesos, un corte que definía su rostro con precisión. Ojos cafés claros con un sutil rasgado que le proporcionaba esa irresistible mirada y rostro sensual.
Su madre era surcoreana, había heredado esa hermosa belleza de su madre, con la gallardía de su padre.
Entraba en su oficina, su asistente corrió veloz, trayendo té para sus padres, y el acostumbrado té de limón y jengibre para Cristian. Le entregaba la programación de ese día, en la noche había una cena ya agendada con Carlota San Martin, estaba interesada en su trabajo, había un proyecto grande que deseaba que él asumiera.
Cristian se había recibido en Ingeniería civil y Arquitectura, las había estudiado casi a la par. Siempre fue un estudiante sobresaliente en sus estudios y condecorado.
Razón y motivo de ser orgullo de sus padres, su hermano Jason que contaba con dieciséis años le seguía los pasos, estaba por ingresar en la Universidad.
Su madre ingresaba en la amplia oficina ubicada en el piso cinco del edificio de la compañía, Cristian se inclinaba para saludarle, y luego su madre le abría los brazos para darle un beso en la mejilla.
Habían sido educados e instruidos por su madre, de hecho, la abuela solía venir de Seúl y pasar con ellos algunos meses.
Sus padres recién casados vivieron algunos años en Seúl, actualmente llevaban varios años en Boston, pero iban de tanto en tanto a ver la familia de su madre.
En cada uno de sus embarazos Ann la había pasado en Boston, y luego del año, regresaban a Seúl, su padre tenia negocios allí, de hecho, en la actualidad funcionaba una oficina de consultores.
-Papá, mamá -. Hizo una reverencia.
-Que gusto verlos en la empresa, tienes más de un año que no vienes-. Se dirigía a su padre.
-Buenos días Cristian, desde que asumiste la compañía, nos hemos dedicado a descansar, nuestro jardín es grande, y con tu madre hacemos creado un hermoso rosal-.
-Así es, estos años que llevamos aquí radicados hemos descansado, ahora nos tomamos la vida más relajados-.
-Pues es bueno, no hace mucho tiempo atrás venias por tu despacho, puedes estar tranquilo-.
-Es que a veces se extraña hijo, fueron muchos años, pero tu madre tiene razón, hay que tomarse la vida con tranquilidad-.
-No puedo quejarme hemos disfrutado del descanso de largos años de trabajo, nuestro rosal es la sensación de todos lo que nos visitan-.
-Es perfecto entonces -.
-Lo es cariño, ahora ven tomemos el té, el olor que emana es increíble-.
-Cherli aprendió de ti bastante el último año-.
Ann sonrió complacida. -Lo cual es un gran alivio, el té le queda exquisito…por cierto, tu abuela estará estos meses, así que espero que pases por casa, cenaremos en familia, vendrá tu tía Nari y tu primo Elmer, quien ha llegado de Los Ángeles-.
-Esta noche tengo un compromiso con la señorita Carlota, pero mañana te aseguro que me doy una vuelta por casa-.
-Estoy preparando tu fiesta de cumpleaños, vendrán tus amigos no te preocupes que los tengo de primeros en lista-.
-Cliff y Jeremy no se perderían por nada del mundo la cena-.
-Bien cariño nos tenemos que ir, solo íbamos de pasada-.
Se despedía de sus padres, y comenzaba a mirar los documentos, la correspondencia y su agenda. Hizo varias llamadas, y solicitaba que le hicieran reserva para la cena de la noche, en un restaurant sobrio, elegante, en especial que la cocina del lugar fuera exquisita y perfecta.
-Listo señor ya tomé apuntes, tengo tres lugares en mente-.
-Dame nombres-.
-Está el Palace, Balastro, y el Gourmet Costas, este último tiene buenas reseñas en las revistas de gastronomía, y es muy nombrado entre los ejecutivos, allí llevaron a su abuela…usted la conoce bien, que difícil que es, pero dió buenas reseñas del lugar salió maravillada, debe ser no solamente bueno, si no excelente, para usted que es tan perfeccionista, yo creo que…-. Cherli se ruborizaba. -Perdón señor, pero es la verdad-.
-Entonces reserva ahí, para las ocho y media de la noche, comunícate con la señorita Carlota confírmale la hora, un auto pasará por ella a las ocho y diez minutos-.
Le miraba fijamente con aquellos profundos ojos, enarcando sus cejas, y moviendo su dedo en dirección que podía salir de su oficina.
-Oh. …entiendo, claro señor, ya dejo todo perfectamente organizado, no tendrá queja alguna-.
-Mucho mejor, ordena algo para mi almuerzo de ese restaurante-.
-Y quiere que le pida postre, hay unos que me han dicho…-.
-No, revisa bien la carta, ya conoces parte de mi preferencia en la comida-.
-Si, señor presidente lo conozco a la perfección-. Ella se quedó mirándole, era cierto le conocía bien, no en vano llevaba tres años como su asistente.
- ¿Y? Algo más que desees decirme-. Cristian estaba serio.
-No, todo lo tengo aquí… con permiso-.
-Cherli, una cosa más…quiero saber todo del Costas-.
Cristian le veía salir a prisa, revisaba unos planos que le habían hecho llegar sobre el proyecto de Denver quería ver todo con calma, se haría un nuevo edificio comercial en la zona. De hecho, sus amigos estaban en aquel mismo instante llegando a la zona, trabajaban en la compañía, Cliff era arquitecto, Jeremy estaba por graduarse, durante dos años había hecho un stop para competir, los tres practicaban artes marciales, de hecho, Cristian era cinturón negro, llevaba doce años entrenando, en un momento fue el punto de apoyo que le sostuvo.
Cristian recostaba su cabeza mirando por varios minutos el amplio ventanal, años que su corazón estaba en solitario, soledad que no le afectaba en lo más mínimo. Pesaba sobre sus hombros una gran responsabilidad, el amor no tenía ni lugar ni espacio.
Cherli tocó la puerta en aquel momento.
-Dime… ¿Ya tienes los datos que te solicité? -.
-Adivine-.
-No tengo tiempo para adivinar, además no soy gurú, hechicero, ni leo cristales…por eso eres mi asistente-.
-Perdón señor, el restaurante es de la familia Belfort, la señorita Carla es quien lo administra, veinticuatro años, profesión chef, maestra de cocina, tiene un programa en cable de recetas…y soltera… el Costas tiene varias reseñas en las revistas del país, el Gastronómico le hizo un reportaje-. Le extendía el articulo junto a las fotos de Carla Belfort.
-Veo que si pudiste hacer tu trabajo a cabalidad ¿Ya hiciste la reserva y solicitaste la carta del menú? Cristian firmaba un documento en aquel momento. -Diles a los delineantes que los veré en sala de juntas-.
Derek tomaba su equipaje mientras miraba las escaleras con algo de esperanza, mirando el reloj se convenció de marcharse.El conductor tomaba su equipaje para llevarlo al auto, una última mirada a las escaleras le convenció que Ann no tomaría la decisión de acompañarle.El auto se marchaba en el momento que Ann abría la ventana para mirar con ojos tristes la partida de Derek.Cerrando la ventana miró su maleta hecha, se sentó en la cama mientras sus pensamientos volaban agiles. Era una mezcla de miedo y por momentos añoranza de su marido.Las lágrimas corrieron sin detenerse, sin control alguno sobre ellas.Se hizo un cambio de prendas rápido, tomó la valija y bajando las escaleras la dejó allí.Fue en dirección a la cocina, el personal al verla allí se quedó en silencio.-Quiero entregarles las llaves de nuestra casa en la playa, quiero que se tomen una semana completa y descansen, viajaré por unos meses, señora Pat queda al cuidado de todo, le enviarán dos personas para que esten al
El auto avanzaba por la carretera en un día totalmente soleado, la abuela Yumy miraba feliz el atardecer, estarían alrededor de las cinco en casa, Nary contempló el rostro de su madre por varios y largos minutos, le veía feliz y sus ojos no mentían.Suspiro mirando su teléfono, Ann no se comunicó con ella, mantenía aquel hermético silencio.Mientras el auto continuaba avanzando, Nary se entretuvo mirando los colores que ya daban su anuncio a una primavera inolvidable. La música acompañaba el recorrido, el señor Kril miró a Nary, con aquella mirada de seguridad sobre sus pensamientos. -Ella vendrá al final-. Eso era lo que expresaba, el señor conocía a todos muy bien.El equipaje estaba en el auto listo, Cristian tomaba un pequeño bolso de mano y apresuraba a Cherli, el vuelo saldría en algunas horas, le gustaba hacer todo con suficiente tiempo, de hecho, comerían algo en un restaurante que era de sus favoritos.Se despedía de su hermano, Cliff y Jeremy, Ada también estaba allí para de
Nary meditó unos minutos antes de expresar la felicidad que llenaba su corazón, su madre sí que sabía qué hacer en momentos cuando todo parecía perdido.Volvería a ver a los amigos, tres años y medio pasaron desde que ella estuvo en casa, siempre que regresaba encontraba muchos cambios, una de sus amigas se había divorciado después de muchos años de soportar, admiraba su valor por hacerlo, sin importarle nadie más que ella misma, mantenían la comunicación constante, estaba nuevamente enamorada y se casaría. Esbozaba una gran sonrisa en aquel momento, Nary daba por sentado que se tomaría largas caminatas con su madre.Yeosu era un hermoso lugar, los amaneceres fantásticos, dentro de poco llegaría la navidad, quizás se quedarían para recibir el nuevo año, no existía la prisa por regresar. Su plan era quedarse unos tres meses, Elmer se sentía a gusto con la idea, la abuela podía darle lugar en la empresa, aunque era mejor que tomara la decisión con calma.Volvería a encontrarse con los a
La abuela Yumy se miró al espejo para observar el broche sobre la solapa de su vestido rosa pálido, quedó satisfecha con el resultado final. La costurera se retiraba en aquel momento.-Señora Pat, tenemos una cita con los novios, me siento feliz, después de la boda, me despediré de los chicos, todas estas noches solo sueño regresando a mi hogar, me gustaría que Ann Lee, se uniera…pero no podemos obligarle a tal cosa, es mejor que se quede aquí en las cuatro paredes de su soledad-. Enarcaba sus cejas.El señor Kril les esperaba en el vestíbulo, la familia partía con rumbo a la capilla, nadie miró atrás….De camino a la ceremonia, Derek revisaba su teléfono con la esperanza de algún cambio en su esposa. Aunque lo más posible y factible es que no estuviera presente.Por suerte madre estaba en el día más importante en la vida de su hijo. Y eso ya era un motivo más para festejar.Ada miró a Cherli con una expresión nostálgica, se veía tan hermosa, delicada y frágil, pero su Cherli, su quer
Lisa se acercó lentamente, algo bueno a favor de ella podía resultar de todo ese melodrama familiar. Sus manos acariciaban su cuello, mientras sus palabras parecían llenas de dulzura -No te pongas triste, ella se lo pierde…en algún momento se cansará de ese matrimonio y regresará, no le veo nada de especial a ese chico…anímate…podemos irnos de viaje por Dubái, Asia, África…Egipto…sería maravilloso un mes entero de luna de miel-.-Deja de hablar tonterías respecto a mi hija Lisa, en cuanto a un viaje, creo que estaría bien estar solo por unas buenas semanas, mañana te compraré un tour para que te des gusto viajando. Ahora déjame solo, retírate-. Lisa le miraba sin entender que le había molestado, pero si quería que viajara sola, entonces lo tomaría como un regalo. -Entonces espero que dejes todo arreglado para mi tour, quiero recorrer varios países-. Lo miró con aquella mirada cargada de ironía.-Te compraré un tour a África, es un hermoso lugar, prepara maletas en días te vas-. Dicho
Un día después de todos aquellos eventos, la boda de Carlota y Caleb acaparaba ciertos curiosos medios, pero sin mucha información veraz, todo hacía mención a nada oficialmente confirmado. La boda de Cristian estaba pautada para las cinco en punto de la tarde del siguiente día, una sencilla recepción, un brindis y despedidas, la abuela Yumy viajaría en el vuelo de medianoche junto Nary y su hijo Elmer. Los rumores en la mansión era la señora Ann, estaba muy retraída últimamente, como alma en pena vagando por el jardín, la boda de Cristian le incomodaba totalmente.Aunque para los demás la felicidad rondaba por todos lados.Los recién casados llegaban a casa de Cristian quien en aquel instante preparaban las maletas para su próximo viaje.Cristian tomaba a Cherli en sus brazos cubriéndola de besos y caricias.-Tocan la puerta cariño, voy abrir-.Al abrir miraba con una amplia sonrisa a los recién casados.-Pasábamos por aquí, y queremos invitarles-.-Estamos acomodando algunas cosas, m
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