Alexander Lee (Jin-Sung)
El eco del portazo de Munan retumbó en la suite presidencial. Me quedé inmóvil, sintiendo el dolor punzante de mi mandíbula donde me había apretado a mí mismo, y el sabor amargo de la mentira en mis labios.
Ella se había ido, pero me había dejado una certeza terrible: mi abuelo, el Patriarca Lee Senior, el hombre al que yo creía ciego y débil, era un miembro de AMASF. Y no solo eso, lo había revelado públicamente para forzar un encuentro que ni siquiera Munan quería.
Mi rabia se convirtió en una frialdad cortante. Saqué mi teléfono y llamé a Karl.
—Karl —mi voz era baja, un silbido venenoso—. ¿Qué está haciendo mi abuelo?
—Señor, ¿qué pasó? ¿La Señora...?
—Ella no es la señora de nadie, Karl. Es solo una colega de mi abuelo.
—Bueno, acaba de recoger a la Señorita y se acaban de ir.
—Síguelos, y asegúrate de que él llegue a la villa.
—Entendido, señor. ¿Y la señora Munan?
—Pon a nuestro mejor equipo de vigilancia sobre ella. No impo