12:34 PM. Mansión Sterling.
Chloe y Lilly irrumpieron en el estudio como torbellino, sus pasos resonando contra el piso de madera, rompiendo el silencio denso que había envuelto a Luciana durante horas.
—Lu. —Chloe prácticamente corrió hacia ella, abrazándola con fuerza que la hizo perder el equilibrio—. Dios, estás pálida. ¿Has comido algo?
Luciana se apartó suavemente.
—No. —Admitió, voz un susurro—. Cada vez que cierro los ojos, veo las opciones. Todas malas. Todas imposibles.
—Entonces empezamos con comida. —Lilly declaró, ya sacando su teléfono—. Ordeno tailandesa. Tu favorita y no aceptaré un no.
Media hora después, estaban sentadas en el piso del estudio—cajas de comida dispersas, el olor a curry llenando el espacio—mientras Luciana les contaba todo con voz que quebraba ocasionalmente.
La reunión con Richard. La cláusula de salida. Las consecuencias devastadoras. La conversación con Ethan. Todo derramándose como confesión que había estado conteniendo durante horas.
—Espera. —C