Stefan estaba sentado en su sofá con un vaso de whisky en la mano que había permanecido intacto durante la última hora. Su teléfono descansaba sobre la mesa de centro, la pantalla iluminándose cada pocos minutos con notificaciones que ignoraba sistemáticamente, hasta que vio el nombre que había estado esperando: Liam.
Tomó el teléfono, contestando al segundo tono con voz que sonaba más cansada de lo que pretendía.
—Liam.
—Stefan. —La voz de Liam sonaba satisfecha—. La transferencia a Isabelle está lista. cincuanta y cinco mil como acordamos, más el bono por resultados excepcionales.
—¿Está procesada? —Stefan preguntó, tomando finalmente sorbo de su whisky que se había calentado desagradablemente.
—Sí. Ella ya recibió confirmación. —Liam hizo pausa antes de continuar—. Fue una inversión excepcional. Las fotos funcionaron perfectamente, Cole está destruido según nuestras fuentes, y Sterling...
—Sterling está mal. —Stefan interrumpió, su voz bajando a registro más oscuro mientras recorda