—Vi las fotos. Del evento benéfico. Tú y él... bailando. Y ese beso.
Luciana sintió que el estómago se le contraía como puño cerrado.
—Ethan...
—Me destrozaron, Lu. —Se pasó una mano por el cabello, dejándolo más despeinado—. Sé que no tengo derecho. Yo fui quien terminó contigo. Pero ver esas imágenes... verte en sus brazos, sonriendo para las cámaras como si fuera lo más natural del mundo...
—No fue real.
—¿Qué?
—El beso. Fue una actuación para la prensa. Me amenazó. Dijo que si no lo hacía convincente, te destruiría completamente.
Ethan la miró fijamente.
—¿Me estás diciendo que ese beso no significó nada?
—Significó una mentira necesaria. Todo esto es una farsa, Ethan. El compromiso, el matrimonio planeado. Yo no elegí esto.
—Entonces ¿por qué lo aceptas?
—Porque no tengo opción. Mi abuelo dejó cláusulas en el testamento...
—Tu abuelo está muerto, Luciana. No puede obligarte a nada.
—La junta vota el lunes. Doscientas familias perderán sus empleos si no aseguro la fusión.
—¿Y qué i