La Batalla por la Carpeta
11:45 AM. Casa de Huéspedes "El Faro Silencioso", Costa de Maine.
Valeria sostenía la carpeta con los documentos de auto-incriminación de Javier, sus músculos tensos, una delgada capa de sudor frío bajo la piel, la lucha por el derecho a la autodestrucción había terminado con la rendición emocional de Javier, pero el peligro no había pasado, Javier estaba arrodillado junto al sillón, la cabeza entre las manos, su cuerpo temblaba, no por la rabia, sino por la desesperación del noble que no puede pagar su deuda de honor, su respiración era superficial y agitada, como la de un corredor que ha llegado al límite.
—Dámelos, Valeria —rogó Javier, su voz rota, la súplica de un niño que implora un castigo merecido—. Es lo único que me queda, la única forma de decirle a Leonardo que... que yo también soy parte de esto, que no tiene que ir solo a la oscuridad, yo soy su hermano.
—¡No! —La voz de Valeria era un látigo seco, impulsada por su instinto frío que ahora se hab