Diablo. Perfección Maligna ES

 —¡Esta es la ultima vez que acepto esto! Voy a casarme con Andrea ¡Por Dios! La estoy engañando – golpeé su pierna con la fusta y profirió un gemido que alteró mis sentidos instantáneamente, pasé la fusta entre sus nalgas y froté ese orificio del cual he recibido placer por los últimos  dos años y que aún cuando ame a mi novia no puedo dejar de degustar — ¡Renuncio Olivia! – introduje la fusta en su ano para que se corriera, luego me hundí en ella para que su placer fuera el mío y su dolor fuera mío también.

—¡Renunciaras a mi Luzbel, más no a tus bajos instintos! – gritó mientras salía de la mazmorra con la camiseta en la mano y lágrimas en los ojos. Olivia tiene razón Andrea es una chica dulce y tierna, pero yo puedo cambiar ¡puedo hacerlo.

 Camino a casa de Andrea, detengo el auto frente a un grupo de personas que obstruyen el paso, baje y asomé la cabeza para enterarme de lo sucedido y al ver el auto lo identifiqué de inmediato.

 Entré a la funeraria con un ramo de rosas blancas y me detuve frente a las tres urnas tapadas completamente y lloré, lloré arrodillado pidiendo perdón a gritos y buscando el por qué de mi mala fortuna, personas inocentes mueren a mi alrededor siendo yo el culpable, una mano en mi hombro llamo mi atención y al girar; el rostro de un caballero distinguido entrado en años me habló suave y pausado.

 —¡No temas por tu vida, yo estaré cerca y cuidaré de ti  - al pronunciar esas palabras mi espina sufrió un corrientazo y mi pien enchinada dolía, al girar de inmediato ya el caballero no se encontraba a mi lado, habia desaparecido como por arte de magia.

 Al recordar la voz suave de aquel hombre mi cuerpo sufrió un espasmo de algo que solo identifiqué como miedo. Nada parecido me había pasado, ese hombre desapareció y no volví a saber de él y guarde el miedo y ese pensamiento en lo mas recóndito de mi mente.

13 de noviembre, 2017. Manhattan 9:45 am.

 El teléfono suena como una horrible alarma la cual deseo lanzar lejos de mi pero se de quien se trata.

 —¡Diablo! ¿Dónde coño estás metido? – el viejo Josua grita como si yo no hubiese estado trabajando hasta las cuatro y treinta de la mañana.

 —¿Qué quieres Josua? ¡déjame en paz! – le escupí malhumorado.

 —¿Ah si? Pues entonces ven a encargarte del incendio en tu maldita empresa, ya yo estoy muy viejo para esto - ¿ah? ¿De que habla éste idiota ahora?

 —No entiendo un coño pero voy para allá, llego en media hora – salto de la cama aún con el teléfono en la mano cerca del oído.

—¡Que sean veinte minutos! Esto es una locura…

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Nota de la autora.

Hola, holaaaaa preciosuras…

Soy perfectamente consiente de la categoría de la misma y, por la trama y los conflictos personales de mi protagonista no le he cambiado a +21.

También tengo claro que pocas personas conocen la practica sexual  que detallo y el sentido que le doy; sin embargo cabe destacar que cada una de mis historias lleva impreso una enseñanza de manera sutil.

A partir de ahora, en éste viaje se encontrarán  con capítulos de alto voltaje sexual, van a estar cargados de agresión y malicia por parte de los personajes ya que habrán varias escenas de sumisión y crueldad.

Agradezco tengan sus mentes abiertas y me encuentro atenta a sus comentarios gracias por la paciencia y el amor.

Lean, voten y comenten preciosuras.

Les reamo…

J'kty…