Día siete. 4:00 AM. Apartamento de Valeria.
El cuerpo de Valeria permaneció acurrucado en el frío suelo de mármol de su estudio durante casi una hora, la ejecución de la traición había sido impecable desde el punto de vista táctico, pero había provocado un colapso catastrófico en su núcleo emocional, el código de activación final ya estaba en manos de la QHI, listo para desmantelar Blake Capital en el momento que ella lo ordenara, pero el triunfo se sentía como una agonía.
Ella se tocó la frente, el lugar donde Javier la había besado en un gesto de gratitud desesperada, creyendo que ella lo protegía de la maldad de su propio hermano, el beso era un estigma que ardía a través de su piel, recordándole que no solo había destruido un imperio, sino que había profanado un amor filial que era la única luz restante en la vida de dos hombres rotos.
El fragmento de mármol que solía llevar consigo y que había ignorado durante días yacía sobre su escritorio, recogiendo el reflejo de las luces de