Olimpia se habìa resignado, habìa entendido que ese destino era lo mejor para su hija. Constanza lo querìa asì, al igual que todos. No era el final màs hermoso, pero si el màs seguro. No tendrìa que sufrir por amor, aquel que puede llegar a quitar tanto, incluso la vida, pensò a Artemisa y su amor prohibido. No tendrìa que vivir en miseria porque el amor no daba dinero, pero la conveniencia si. Su hija seguirìa con aquello que ella habìa comenzado, poder, riqueza, libertad.
Parece que no has dormido en días- Dijo Celestina como saludo su hermana, en realidad en sus ojos sí se veía el cansancio y las ojeras eran tan negras como las moras que había recogido ese día en el huerto del convento.
- No lo he hecho hace dos días Ricardo recibió las primeras propuestas de matrimonio para Constanza, ayer estuvimos revisandolas hasta tarde- Incluso su voz se sentía cansada como si todo su espíritu se estuviera consumiendo y necesitará un descanso de todo,no solo de las cartas, no solo del dí