Narra Arlen:
Cuando la vi de píe, con aquellos hermosos ojos castaños llenos de angustia, con ese cabello negro y sedoso de olor a rosas aquella noche, supe que la había finalmente encontrado, era ella, la Ciara que recuerdo de esa noche ardiente que fue la mejor de mi vida. Emmeran apareció en mi puerta hace unos días diciéndome que había encontrado a mi Ciara, aunque no me dio mas detalles de ello, y es que, desde aquella noche en que estuve con ella, nunca pude olvidarla, la joven asustada que salió huyendo de mi departamento en lugar de quedarse deslumbrada por mi poder y mi dinero, y que tuvo su primera vez conmigo, había sido encontrada después de casi cinco años que la busque sin descanso. Solo con ella me sentí pleno, aquella ardiente chica de melena negra y ojos castaños, que bailaba en medio de la pista de baile a la que asistí solo por compromiso. Desde el momento en que entré en ese sitio, pude notarla, tímida al comienzo, apartada de todos y bebiendo sola, parecía no encajar allí, y luego, como si dos personalidades habitaran el mismo cuerpo, de un momento a otro la vi bailando, y tuve que apartarla de las miradas de otros, porque, la quise desde el instante en que la vi solo para mí. Bailamos, bebimos, conversamos como si nos conociéramos de toda la vida, y luego de aquel beso torpe que me dio, supe que la quería en mi cama. Sin embargo, cuando la tuve para mí, y tomé de ella lo que quería, supe que había sido su primero, y eso, me hizo adorarla y sentirme tan culpable por haberla tomado, que realmente quise emendar mi error. Sin embargo, tan fugaz como las estrellas, desapareció de mi vista en cuanto la valentía que nos da el alcohol pereció, se negó a decirme su apellido, y nunca mas volví a verla.
Ese día, mi ego y orgullo me dijeron que en unas horas recibiría un mensaje o llamada suya, que había, igual que todas, quedado deslumbrada por mi atractivo y mi dinero, pero me equivoque, no solo no llamo, si no, que no tenia manera de contactarla. Mi arrogancia me dijo que tan solo estaba a asustada y que ella me llamaría los siguientes días, después de todo, ¿Quién no querría estar con alguien como yo? Asediado por mujeres de toda índole, y un CEO millonario que podía darle tanto lujo deseara, pero no me llamo. Paso una semana, luego dos y luego tres, y aquella esperada llamada nunca llego. Comencé a buscarla, solo tenía su nombre y apariencia para encontrarla, contacté a todas las personas que conocía de aquella fiesta, y nadie supo decirme.
Durante meses la busque sin descanso, y nunca supe mas nada de ella…sentí mi corazón herido y roto, pues había sido despreciado por primera vez en toda mi vida, y la convertí en mi obsesión, en mi mayor deseo, busque en otras mujeres sentir lo mismo que sentí aquella noche con ella…y nunca lo conseguí.
Verla frente a mi me hubiese llenado de dicha, y a sus pies me habría arrojado sin dudarlo…pero, ese pequeño, aquel niño que se aferra a ella con todas sus pequeñas fuerzas y que, coincidentemente, parece tener justo la edad de los años en que a ella la conocí, me ha preguntado si soy su padre, y yo, no he sabido que decir. Su cabello es cobrizo, castaño cobrizo, igual al mío, sus ojos son dos pozos de mar, igual que los míos, su nariz, idéntica a la de mi madre y la mía, su piel clara, similar a mi tono, me encendieron todas las alarmas en mi haber, ese niño, hijo de ella, no mayor a los cinco años…no, no podía ser cierto, ¿O sí?
La ira se encendió dentro de mí, aquella llamada que nunca llego ¿Fue por esto? Ciara había huido…con un hijo mío, fruto de aquella noche, y aunque tengo que hacer pruebas genéticas, no puedo negar que el parecido de ese hermoso pequeño conmigo es innegable. Ella se ha quedado petrificada, tan asustada como la vi esa mañana que huyo de mi departamento, y ante mi pregunta se ha desmayado.
—Mami, ¿Estas bien? ¡Mami! — la voz de ese pequeño me ha sacado de mi estupor, y corriendo hacia ella, la he tomado en mis brazos.
Noto en su rostro huellas de evidente cansancio. Miro a Emmeran y el, toma al pequeño en brazos, ambos corremos hacia mi auto con ellos en brazos, mis amistades, decididos a acompañarme en esta aventura de conocer a la mujer de mis sueños, se han quedado de piedra atrás y yo, ya no se como sentirme al respecto. ¿Por qué no me llamo? ¿Por qué no me dijo que estaba embarazada? Pensando nuevamente en ello mientras conduzco en busca de algún hospital, me replanteo a mi mismo esa pregunta, ¿Qué habría hecho yo de saberlo en su momento? El niño era idéntico a mí, pero, aun así, mientras no hiciera la prueba de ADN no podría estar seguro. ¿Qué estoy pensando? Me reprocho a si mismo.
—Vaya, eso no salió bien — dijo repentinamente mi hermano. Entonces, caigo en cuenta de que el debía saberlo y mi ira aumenta.
—Tu lo sabias ¿Y no me lo dijiste? — le reprocho.
—Oye, lo supe solo un par de meses atrás, le di a ella la oportunidad de decírtelo, pero se negó a hacerlo, no me culpes a mi — me respondió Emmeran.
Mi enojo iba en aumento, hasta que repare en el hecho de que iba un niño con nosotros en mi auto, y no solo era un pequeño cualquiera, era presumiblemente, mi hijo.
—¿Mami estará bien? — pregunto con mortificación el pequeño, acariciando con ansiedad el rostro de su madre. No respondí. — Mi mami siempre me dijo que perdió el teléfono de papi, que por eso es que nunca pudo encontrarlo, pero hoy, escuche a una señora decir que tu eres mi papi porque nos parecemos, pero has puesto triste a mami, mami se duerme cuando se pone muy triste, dice mi abuelito que es por que esta enferma, por eso mami no debe preocuparse demasiado — soltó el pequeño y esas palabras me calaron por alguna razón.
Emmeran guardo silencio, su rostro dice que esta arrepentido de provocar esta situación, pero, ya ha pasado, no hay nada que pueda hacerse.
—No lo se pequeño Ethan, no se si soy tu papá, pero, en el hospital nos dirán si lo soy, por ahora, cuida a tu mami, ya vamos a llegar — respondí mientras miraba el gps de mi auto de lujo.
Al llegar al hospital rápidamente se llevaron a Ciara, y yo, hable con un médico para solicitar una prueba de ADN exprés, quizás, este no sea el mejor momento, pero, necesito respuestas rápido, solo de esa manera sabre que hacer.
Mientras espero en el recibidor de ese hospital, veo a un hombre entrado en años vestido de policía que entra preguntando por Ciara.
—¡Abuelito! — grita de repente el pequeño Ethan, quien de inmediato corre a los brazos de aquel hombre que inmediatamente me lanza una mirada inquisitiva. — Ven abuelito, este señor parece que es mi papi, mami se durmió cuando lo vio — dijo inocentemente sin una mala intención el pequeño, pero su abuelito, me ha mirado con enojo y desaprobación.
—Iras con Alice, ella te cuidara en lo que tu madre sale del hospital, ve con ella, te llevara a casa — dice con autoridad aquel hombre que mira a una joven cabizbaja que toma de la mano al pequeño para llevárselo.
—Espere, si ese niño es mi hijo no puede llevárselo — digo imponiéndome ante ese hombre.
—Alice, toma a Ethan y vete, yo resolveré lo que tu boca suelta ocasiono — dice con enojo el estoico hombre sin responderme.
—Abuelito, quiero quedarme — pidió el pequeño, pero su abuelo, le dio una clara negativa y tan solo pude ver a mi supuesto hijo marcharse de la mano de aquella chica.
—Escuche jovencito, no sé qué tipo de relación tuvo en la universidad con mi hija, pero es un poco tarde para venir a reclamar derechos paternales, he sido yo quien los ha cuidado, a ella y a mi pequeño nieto, así que haga el favor de largarse ahora mismo y no vuelva — me ha dicho sin reserva el hombre en cuya placa policial puede leerse el nombre de Marshal Edevane junto a la palabra Sheriff.
Apunto de responderle, el medico al que he solicitado aquella prueba me ha llamado y me ha dicho que demoraran dos días en darme los resultados. Deseando quejarme, pues deseo respuesta inmediata, la voz de Ciara me ha sacado de ello.
—Papá, ¿Qué haces aquí? — pregunto Ciara al sheriff del pueblo, mientras me veía desconcertada, casi como si yo fuera un fantasma.
—Ciara, no debes de tener sobre saltos, no te preguntare por esto hasta que te sientas mejor, así que vuelve a tu cama ahora — dijo el hombre que, con ella, suavizo el tono.
—Basta papá, sabes que no es para tanto — dijo mientras caminaba hacia a mí. — Lamento que lo supieras de esta manera — dijo ella con voz entrecortada.
Durante un momento, un silencio invadió el pequeño espacio de la sala de espera. Mi corazón latió rápido, ¿Aquello significaba que?...
—Ethan es mi hijo…y tambien, es tu hijo…no sabía el como ibas a tomar que justo esa noche yo…bien, ahora ya lo sabes, pero, te diré esto de una vez Arlen Chadburn, Ethan es mío, es solo mío, y no pretendo compartirlo, si quieres formar parte de su vida será bajo mis reglas, ambos sabemos que esa noche fue un error, así que, seamos claros con esto, puedes esperar a tener los resultados de la prueba que has mandado a hacer, y entonces, solo entonces, hablaremos de esto como se debe — dijo Ciara con el mismo tono de mando que uso su padre, y con una mirada tan fría que era capaz de congelar el infierno.
Luego de esa pequeña charla salí del hospital, demasiado abrumado y desconcertado por no terminar de entender que era lo que había pasado. Toda mi vida quise un hijo, alguien a quien mostrarle lo que se y con quien jugar…y ahora, aparentemente tenía uno, y no sabia como reaccionar del todo.
Dos días pasaron, dos días llenos de incertidumbre en los cuales intenté hablar con Ciara, pero ella se negó a verme, dos días en que estuve pensando a todas horas en ese pequeño tan parecido a mí que con ilusión me pregunto: ¿Eres mi papi?
En aquel hospital, un sobre me fue entregado, uno que tenia la respuesta a la pregunta que me había estado consumiendo el alma entera. ¿Era padre?
Al abrirlo y leer el resultado, sentí que el mundo entero se congelo en ese instante, y toda la sangre de mis venas dejo de circular al leerlo: 99.9 % de coincidencia.
El resultado era positivo…hace casi cinco años, durante aquella noche en que conocí a la mujer de mis sueños y la hice mía…me convertí en el padre de un niño al que acabo de conocer. Toda mi sangre comenzó de nuevo a circular…y entonces, mi vida cambio por completo. Seria el padre que mi hijo deseaba…y Ciara estaría a mi lado, lo quisiera o no, estaba decidido.
Narra Arlen:El sol estaba saliendo, y yo, no sabia que pensar o como sentirme. Había llegado a este pueblo buscando a una chica, y no solo la encontré a ella, si no tambien al hijo que no sabía que tenía. Todo parecía ser tan surreal que simplemente no alcanzaba a entenderlo. Bebi de nuevo de mi botella de ron añejo mientras miraba esa hoja con los resultados: estaba confirmado, soy padre.Dejando la botella sobre el buro de mi cuarto de hotel, tome mi chaqueta para salir a buscarla, Ciara tenia demasiadas respuestas para darme, después de todo, ella me oculto durante casi cinco años que tenía un hijo y no me trago el cuento ese de que perdió la tarjeta con mi número. Subiendo a mi auto conduzco en busca de la casa Edevane, las meseras de ese restaurante en donde cambio mi vida, me la dieron a cambio de prometerles regresar. Golpeo una vez mas el volante, y eso es porque la verdad estoy furioso, Ethan tiene cuatro años, imagino que pronto cumplirá cinco o no lo sé, odio ni siquiera s
Narra Ciara:El sabor de sus labios es tal y como lo recuerdo de aquella noche, realmente, es igual. No estoy ebria, de hecho, no volví a beber nada después de aquello, sin embargo, después de darme cuenta lo que hice, me he separado de inmediato, no puedo permitirme cometer un nuevo error, hoy menos que nunca. —Sera mejor que te vayas, esto, bien, se que Ethan es tu hijo, y ahora tambien tu ya lo sabes, así como tambien sabes que no es necesario que exista ningún tipo de relación entre nosotros más que una estrictamente cortes por el bien de Ethan, pero nada más, y es mejor decírtelo de una vez, yo, no busco tener una relación romántica con nadie, solo me interesa mi hijo — aclare antes de cometer una equivocación fatal como la que cometí aquella noche.—Yo, lo siento por besarte repentinamente, pero no me arrepiento, creo que lo mejor para Ethan es que estemos juntos, además, lo creas o no nunca deje de buscarte o de pensar en ti y ni siquiera mencione a Ethan en esto, pero tienes
Narra Ciara:—Ethan, abre la puerta, pero pregunta primero — le pido a mi hijo pensando en quien mas venia a enterarse del chisme.— ¿Quién? —Escuché.—Tu papá —Contestaron. ¡Ay no! Llegó temprano, lo esperaba para cenar, después de todo, Arlen me amenazo con ser literalmente parte de la vida de Ethan y, claro, esta noche era especial para ellos ya que seria la primera vez que cenarían juntos. —Hola, Ciara —escuché la voz de Arlen cuando ingresó al apartamento.—Mami, mira, ya regresó papi —La alegría de Ethan se expandía por el aire y yo, por supuesto, me sentí enternecida por ello, después de todo, nada era más importante que la felicidad de Ethan, así que será mejor que me empiece a acostumbrar a la presencia de Arlen.— ¿Ya comiste papá? Mamá hizo macarrones con queso, son nuestros favoritos, ¿verdad que te vas a quedar un rato con nosotros, por favor, di que sí —Ethan casi se inca para pedir aquello, y yo, me sentí demasiado incomoda, pero tan solo sonreí. No tenía interés
—Ellos, ¿están enojados conmigo? — cuestione lo que era obvio.—Se llaman Antonella y Carlisle, son personas con altos morales, y, por supuesto, les sorprendió demasiado saber que tenían un nieto ya casi por cumplir los cinco años, se molestaron, por supuesto —Realmente me sentí mal por ellos, supongo que no era sencillo de asimilar el enterarse repentinamente que tuvieron un nieto que no tenían idea de que existía y que su madre, por decisión propia, no les dejo conocerlo antes.—No. Ellos están enojados conmigo. Antonella, mi madre, me preguntó qué te había hecho para que tú no me dijeras nada y por qué nunca les dije que tú y yo habíamos tenido un hijo —Eso me intrigó. —¿Y qué les dijiste? —le pregunté.—Que tú y yo nunca habíamos tenido una relación, que solo había sido una noche. Entonces mi madre se enojó y me pidió tu número telefónico, me dijo que no quería hablar conmigo hasta que admitiera mis errores. Mi padre solo me dijo que vendrían a conocer a su nieto. Ellos se enoja
Narra Arlen:El aire fresco de la noche me golpea en el rostro. Respiro profundamente mientras recuerdo todas y cada una de las palabras de Ciara Edevane.“Yo…nunca, nunca antes de esa noche, había bebido, bailado o siquiera había besado a un chico”No solo era virgen en ese momento, ella jamás había besado a nadie antes, y saber que esa chica tuvo conmigo su primera vez en todo sentido, me hacía sentirme especial…Ciara nunca fue tocada o besada por nadie más que por mí, y aunque no debería pensar de esa manera, no podía evitar sentirme muy especial por ello. Ciara era mía de una forma en que nadie mas lo era, y me había dado un hijo maravilloso al que me permitió ver sin mayor problema, Ethan es idéntico a mi y es realmente un niño inteligente y encantador, Ciara lo ha hecho increíble, y por ello y más, es que no la quiero fuera de mi vida, aunque ella si me quiera fuera de la suya.Veo el humo de mi cigarrillo perderse entre el viento, y no puedo sacar nada de esa situación de mi me
Narra Ciara:Hace casi cinco años…una madrugada de un 17 de febrero.Ethan decidió que era hora de nacer, era una semana antes de lo que la doctora tenía programado. Estábamos todos; mamá, su esposo Phil, papá y yo en el departamento, todos estaban a la expectativa del nacimiento de mi hijo, y mi madre, había insistido en estar a mi lado desde una semana antes porque “cualquier cosa puede pasar” y en efecto, algo pasó.Con ayuda de mamá y papá había encontrado un lugar económico, pero, de inmediato mi mamá encontró problemas que suponían un peligro para Ethan, así que desistimos, entonces Cesar nos ofreció su casa, bueno su departamento, pero como faltaba poco para el nacimiento de Ethan todos estaban conmigo.Estaba dormida cuando un dolor hizo que me despertara, mi mamá estaba a mi lado y sintió cuando me levante.—Ciara ¿estás bien? Estás pálida —Me dijo notando inmediatamente que algo andaba mal.—Mamá me duele — le dije gritándole. —mucho, es insoportable —Todos fuimos al hospi
Narra Ciara:Exactamente a la hora regresaron Antone y la doctora.—Lo siento Ciara te juro que voy a hacerlo lo más profesional que pueda — Él alzó la bata y observo y tocó algo.No pude dejar de pensar que no era el único de mis viejos conocidos que había estado ahí. Cerré los ojos y conté del uno al diez y él acabó.Marshal agarró a Antone y le dijo: —Mira hijo, pareces un buen chico y muy profesional, conoces a mi hija y te diré algo, si me entero que dices donde tocaste a mi hija te juro que te mato —Mi padre amenazo a alguien de nuevo esa noche.—Tranquilo señor Edevane, todo lo hago profesionalmente— le dijo serio.—Sí, yo también te mataría profesionalmente — le respondió y Antone guardo silencio, en ese momento supe que él no le diría a nadie que me vio pariendo.—Ok, has dilatado a 7, a este ritmo en una hora empezarás a pujar Ciara y tendrás un bebe —¡Una hora más! Una maldita hora más Dios juro que si hubiera sabido jamás hubiera tenido sexo, jamás habría ido a fiesta y
Narra Arlen:Esa mañana había recibido una llamada, una que me había hecho enojar demasiado. Se que Emmeran había sabido de la existencia de mi hijo apenas hacia tres meses, pero no que mi ex empleada, Sara Jonson, lo había sabido desde hacia tanto tiempo. Bien, no sabía exactamente que era mi hijo, pero si que Ciara dio a luz, y yo, fui tan estúpido para haber olvidado que las vi juntas en esa fiesta solo por un momento, realmente, nunca lo pensé a profundidad hasta ahora. Voy conduciendo a buscar a Ciara, la noticia se ha expandido como reguero de pólvora por todos los medios, alguien le dijo a una revista que he encontrado a mi hijo y no falta nada para que vengan con sus cámaras y micrófonos a hostigar a Ciara y mi pequeño. ¡Demonios! Ese espectáculo de “Todos conocían a su hijo menos el” me tiene las pelotas llenas. Necesito un trago.Cuando entro al único bar que encontraba abierto a esa hora, puedo ver a esa chica tímida que solo una vez vi en el hospital, su nombre, recuerdo,