Leah cargo a Annette y le dio un par de besos, la nena parecía tan contenta con ella que cuando la dejo para irnos no dejo de llorar. Llegamos al departamento y Leah se despidió en la puerta, según ella tenía que agradecerle apropiadamente en mi nombre a Anthon. Entre al departamento y encontré a Arlen con Anthon tomando alguna bebida. Corrí y abracé a Anthon.
—Gracias, gracias, gracias, eres el mejor de mis amigos, eres mi segundo hermano. Eres…
—Dios si este recibimiento tuve aquí no me imagino el de mi departamento —me miro y alzo una ceja —los dejo, mi mujer está esperándome. Salió del departamento lo más rápido que pudo.
—Ese recibimiento a Anthon y a mí ¿ni un besito? —me reclamo Arlen.
—Es que… —me sentía como niña a la que acaban de regalarme el juguete que tanto ansiaba
—me regalo mi vestido soñado especial, el más lindo del mundo, el más hermoso y caro, yo no se lo pedí, Leah fue quien me lo dio. —Lo abrace y los bese. —Arlen te amo, pero en este momento Anthon es mi hombre