CAPÍTULO 68: SECRETOS QUE HIEREN
Maddison
Me duele la cabeza solo de pensar que estuve a un paso de morir atropellada, pero me consuela saber que Derek está aquí, aunque no debería serlo, no debería ser así y no se suponía que él estuviese ahí.
Está sentado a un lado de la cama, mirándome con esos ojos que siempre me hicieron sentir que estaba segura, aunque nunca lo estuviera de verdad.
—Maddison —susurra mi nombre como si fuera un secreto, como si fuera una oración que no sabe rezar.
Me incorporo, las sábanas arrugadas me envuelven, pero su mirada me desnuda. Me obliga a recordar todo lo que pasó ayer: el doctor muerto con la bala en su cabeza, el miedo… y luego él, arrastrándome lejos del auto que quiso matarme.
—¿Por qué me seguiste? —mi voz sale más frágil de lo que quiero.
—Quería saber qué hacías con ese tipo —responde con sinceridad.
La rabia en su voz es casi tan grande como el miedo que me devora por dentro. A veces quisiera pensar que él realmente me ama, pero no puedo perm