CAPÍTULO 147: LA GRIETA LEGAL
Maddison
Cuando el teléfono suena y veo el número de la fiscalía en la pantalla, siento que el corazón se me detiene. Por un segundo pienso que es otro escándalo, otra denuncia, otra mentira más que tengo que desmentir, pero al contestar, la voz al otro lado me habla con una calma que me sobresalta.
—Señora Evans, soy el fiscal Ramírez. Solo quería informarle que, gracias a la presión ejercida por el señor Kingsley y la auditoría forense en curso, hemos reabierto su expediente. El caso está siendo revisado nuevamente.
Me quedo en silencio.
—¿Eso significa…?
—Significa que existe la posibilidad de limpiar su nombre oficialmente, pero también quiero ser clara con usted: necesitamos testimonios, pruebas sólidas, y por ahora, la gente implicada sigue negándose a colaborar. Oh y… su tía, la señora Eleanor, tampoco ha colaborado en el caso de su hijo desaparecido.
Me muerdo el labio, agradezco la llamada y cuelgo, con los dedos temblando. Miro por la ventana de