CAPÍTULO 42: LO PIERDO TODO

CAPÍTULO 42: LO PIERDO TODO

Maddison

Despierto y todo me duele. La garganta arde, el pecho también, tengo frío. El aire huele a desinfectante y hay un pitido constante, una máquina que suena cerca de mi oído. Parpadeo y las luces blancas del techo me dan náuseas. Estoy conectada a un gotero, con vendas en el abdomen. Me cuesta recordar dónde estoy, pero entonces lo siento: el vacío.

El vientre ya no pesa, no hay movimiento, no hay pataditas. Solo… silencio.

Abro los ojos con esfuerzo y veo a una enfermera. Me mira con lástima, la que usan cuando están a punto de destrozarte con la verdad.

—¿Dónde está mi bebé? —pregunto.

Ella no responde enseguida, baja la mirada, luego suspira y se acerca a la cama.

—Se hizo todo lo posible, Maddison, pero su corazón no resistió. Hubo una falla… una complicación que no pudimos prever, lo siento mucho.

Me quedo inmóvil.

—No —digo, negando con la cabeza en un susurro—. No, no, no, no…

Ella intenta tocarme la mano, pero me aparto. La sensación es irreal
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App