Emma.
El dolor de cabeza que sentía, era horrible y profundo. Nathaniel, se encontraba a mi lado, dormido con un pañuelo en sus manos ¿Me había cuidado? Hice una mueca sin recordar nada. Nunca había tomado alcohol, y eso solamente provocó que me volviera seguramente loca.
Sacudí a mi esposo, pero siguió dormido. Tenía el mismo vestido, me levanté llena de sed. No había agua, suspiré frustrada. Al avanzar por el pasillo, escuché unos extraños sonidos: gemidos. Aquello me sorprendió, así que avancé por el sonido hasta llegar frente a la puerta del rey.
Fruncí las cejas, pero entreabrí la puerta. Henry, estaba desnudo junto a Katherine, algo en mí sin querer se rompió. Henry, me observó sonmoliento, y salí corriendo. Él me alcanzó envuelto en una bata.
—No comprendo como llegu&eac