TIEMPO MÁS TARDE:
SAMANTHA:
El fuerte grito de mi bebé me despierta y abro los ojos de golpe.
Miro la hora y aún es de madrugada, así que con pasos pesados me dirijo a la habitación de mi bebé.
Al ingresar observo a Galed que la toma entre sus brazos y le da la fórmula que siempre dejo preparada para cuándo despierte.
Mi pequeña de apenas dos meses toma de la fórmula con ansias en los brazos de sus padres y yo solo sonrío al observar mi pequeña rubia.
—Hola.
Susurro acercándome a ambos y mi esposo me mira con media sonrisa.
—Deberías descansar, yo me ocupo de nuestra pequeña llorona.
Dice arrullandola más entre sus brazos y lo miro con cariño.
—No hace falta ¿Hace rato que llegaste?
Le pregunto dejando un dulce beso en sus labios.
—Hace unos minutos, siento no pasar el tiempo suficiente con ustedes.
Dice con un suspiro y lo abrazo por la espalda.
—No te preocupes, nosotras entendemos que eres el segundo al mando de este reino y tienes mucho trabajo por hacer