Y su vida en Boston era buena, muy buena y ahora que conocía a Olivia, supo que era momento de dejar todo atrás. Trató de llamarla, pero saltaba el buzón de voz. Así que se sirvió algo de cenar y se puso a mirar una película.
Christian llegó del club casi a media noche y mientras se disponía a contarle de lo sucedido su teléfono empezó a sonar, lo preocupó ver que era ella y respondió sin dudar.
—Hola Olivia.
—Hola Nick, lamento llamar tan tarde.
—Descuida, estaba despierto.
—Me ha tocado salir tarde de la oficina, por eso te llamo a esta hora.
—¿Estás saliendo apenas? Es casi media noche—dijo consultando su reloj y vio preocupación en el rostro de Christian—
—Lo sé, pero tenía que terminar algunos proyectos, que mis compañeras desarrollarán