Olivia despertó media hora después con hambre, así que Christian fue con un plato de sopa y se sentó en el suelo junto a ella.
—Vino Ryder, a decirte algo que es muy fuerte. Tienes la opción de esperar a sentirte bien, o la opción de que te lo diga ahora.
—¿Sobre qué?
—Tus padres. O los verdaderos.
—Siempre he sabido que quienes me crían son mis tíos y no mis padres y el momento en que los asesinaron, ese está todo grabado en mi mente, como una película.
—¿Nunca pensaste en decir algo?
—Siempre pensé en eso, Christian. Pero le tenía tanto miedo a mi tío que preferí hacerme la que no recordaba. Porque tenía miedo de que me mataran, si se sentían expuestos. Cada noche, dormía con miedo de que entraran a mi cuarto a acabar conmigo.
—Una niña no deber&i