Pasan cinco minutos que para mí resultan ser una eternidad, ahí está el taxi.
El camino de regreso es deprimente,un fuerte dolor de cabeza me agobia y una vergüenza inexplicable me consume.
Me tumbo en la cama nada más llegó,y cada pregunta sin respuesta se adhiere a mi mente como pegamento ,conforme van pasando los minutos mis ojos adormilados y estresados se van cerrando lentamente.Una sonrisa imperceptible adorna mi rostro cuando recuerdo sus últimas palabras.
La mañana llega rápida ,muy puntual, intento difuminar los recuerdos de la noche y me dirijo a vestirme.
Esta vez no quiero usar mis típicas sayas y camisas ,tengo una falda muy alta tras el vestido verde y una blusa muy fina con flores negras ,la falda es algo corta , bastante osada,pero no me importa,mi cabello por suerte mantiene la plancha,así que lo llevaré suelto,un poco de maquillaje algo atrevido y unos labios rojos sangres,no quiero impresionar a nadie pero quiero que Sam no me tome por tonta.
La llegada es rápida ,por suerte cuando entro ahí está su escritorio, desierto,jamás había visto un jefe tan incumplidor.
A los pocos minutos se abre la puerta ,el corazón se me acelera,y un nerviosismo persistente se apodera de mí.
—¡Buenos días Estela!.
Ni caso.
—Ejem...Estela hola .
Finjo ser sorda ,no alzo ni la vista y continúo tecleando.
Al ver su intento fallido de perdón se cansa y se sienta a trabajar.
No quiero dirigirle la palabra pero no estoy en posición de esta guerra con mi jefe.
—¡Estela!...pásame las ventas de ayer .
Me levanto muy segura ,tomo los documentos y se los llevo , cuando lo miro sus ojos están tan perdidos en mí,que parece que el mundo ya no gira,tiene esa mirada picante y profunda que tambalea mi mundo cuando recuerdo lo sucedido anoche .
—¡Estás muy bella hoy! —dice con voz fuerte y decidida .
—Gracias...señor
Cuando tomo asiento no entiendo que sucede ,la pantalla está intermitente y un sonido corto e impreciso me comienza a asustar.
—Sam...Sam...¡ayúdame!
Sam sale como en una carrera se acomoda muy cerca de mí y con un solo click todo vuelve a su lugar .
—El cable Estela ,lo debiste remover —alardea poniendo los ojos en blanco.
A pesar de que el problema estaba resuelto,Sam no se marcha ,su aliento delicioso a fresas me resopla en la oreja ,emana ese aroma a perfume mezclado con su olor natural y su pecho está casi en mi hombro .
Mis ojos se encuentran con los suyos ,una atracción devastadora de mundos me corrompe la vida , pierdo la cordura,y los sentidos, todo desaparece de mi alrededor.
Poco a poco sus labios suaves y carnosos rozan los míos,su lengua juguetona se abre paso en mi boca y me besa .
Su beso sabe a infinito,a chocolates,a cielos nublados que el sol disipa con su luz ,a gloria y a la vida eterna .
Estoy algo consternada,pero no lo rechazo,me dejo llevar por esa sensación maravillosa,su mano suave y escurridiza me acaricia el muslo mientras me besa ,va subiendo poco a poco muy sutilmente, está llegando casi a mi ropa interior cuando unos golpes estruendosos azotan la puerta .
—¡Señor Hill!...señor Hill
Es Natali tan imprudente e indeseable como siempre.
Sam se retira muy rápido,cómo una flecha se sienta en su escritorio y se pasa las manos por la cabeza .
—¡Entra!
Cuándo Natali entra el tiempo se detiene ,su mirada cruel y fría arremete contra San,no duda en volverse hacia mí y hacer lo mismo,es malvada y despiadada,llena de envidia .
Es increíble, olvidé por completo que justo esta mañana decidí cambiar mi labial,para empeorar la situación no era mate ,sino un labial antiguo de creyón cremoso que se esparce por todas partes como gotas de agua .
Sam tiene toda la boca embadurnada,tal parece que comió fresas ,y ¿qué será de mí?.
—La reunión en Ohio...es para hoy señor .
—¿Qué ...no puede ser ?
—En una hora debemos irnos ...ya reservé nuestros asientos.
—Tres...—grita alzando la vista.
—¿Cómo?—pregunta Natali intentando ignorar el rostro de Sam.
—¡Somos tres Natali!...Estela debe ir...es imprescindible.
—¿¡Imprescindible!?
—Sí...vamos apresúrate
Natali sale irritada ,molesta ,su cabello impecable se meze al viento que se escurre por las cortinas y da su típico portazo de molestia y celos .
—Estela...¡vamos! ...te llevo a tú casa empacas y vamos a la mía y de ahí nos vamos ,esta reunión es clave para la empresa ,todo debe ser perfecto.
No dudo ni pregunto,recojo todo y sigo a Sam,su auto está ahí en el parqueo como si fuera una reliquia invaluable,se ve tan costoso,por dentro es mucho mejor ,es todo negro ,con el aroma de Sam impregnado en cada asiento.
Mi hogar es pequeño,modesto, cuando llegamos Sam entra muy de prisa y no se toma el tiempo ni de observar por suerte.
Se tumba en la pequeña butaca y me apura con los ojos ,tal cual subo sin pensar que debo empacar,los nervios me consumen,tomo un poco de ropa , maquillaje,lo esencial y bajo con la misma velocidad que subí.Luego viene la otra parada.
La entrada al departamento de Sam me trae recuerdos,pero la presión del viaje y de sus palabras del negocio perfecto me aturden y no analizo nada más .
Por suerte llegamos a tiempo para el vuelo,ahí está Natali,con un provocador vestido rojo,esta vez se le marca casi por completo su envidiable trasero bien dotado ,tiene curvas perfectas y un rostro hermoso,Sam no hace mucho caso,es como si estuviera acostumbrado a saber que se esconde tras las escasas ropas ,y al parecer no es tan increíble como lo de afuera.
El viaje es tranquilo,pasivo ,los nervios hacen que el corazón se me agite pero la emoción lo relaja .
Cuándo llegamos el gran hotel "Paraíso",parece estar esperando,es tan alto como el condominio de Sam,y tan bello y lujoso.
—¡Bienvenidos!—nos dice la chica de las reservaciones con una voz muy afable.
—¡Vaya!...lo siento mucho señor Hill.
—¿Qué pasa?
—Qué gran problema,veo que son tres...pero la reservación está echa para dos ...¡no puede ser !—musita la chica rodando los ojos por nosotros.
Natali sonríe y arquea una ceja ,se encoje de hombros y parece tan satisfecha que irradia felicidad.
—¡Pero no sé preocupe señor! ...tengo otra habitación...solo hay un detalle...es la única y debe ser compartida ...lo siento de verdad —comenta la chica muy afligida.
—¡Oh!... perfecto...no se preocupe... nosotros nos quedarémos en ella ,la otra será para la secretaria.
Mis ojos se iluminan y no puedo evitar voltear hacia Natali, está que echa fuego,el enojo es obvio,no deja de apretar sus uñas extravagantes contra su bolso caro , está tan molesta que se da la vuelta y busca su habitación ella sola .