—¡Vamos Estela!—me ordena Sam con la vista perdida en Mark,lo observa con gran intensidad, cómo si detallara cada palabra que va a salir de su boca.
Dudo por unos segundos,la música estridente me hace reaccionar de inmediato y acepto.
—Sam—lo llama una señora de ceño arrugado con un niño pequeño en brazos.
Sam se da la vuelta,saluda a una tal Patricia y se ponen al día en unos minutos.
—¿Cuándo será el juicio?—averigua Mark dándose un trago de un vaso plástico rojo.
—No...no lo sé —titubeo pasando mi mano sobre mi brazo izquierdo,la noche avanza y el frío se va instalando poco a poco entre mis huesos.
—Tienes frío,ten mi abrigo...—susurra Mark quitándose el abrigo de inmediato antes de recibir mi respuesta.
—No tiene frío Mark,ya vamos Estela—sus palabras fuertes ocultan sus celos,fulmina a Mark con la mirada y al fin nos retiramos.
Me despido de todos cómo si los conociera desde hace mucho,en silencio recorremos el sendero y en silencio montamos al auto.
—¿Seguro qué estás bien ?—ind