Teniente 1

— ¿Y si viene por ti, Patrón?

Viktor, sonrisa sombría

— Que venga. Pero que sepa… he matado a su padre a quemarropa. Puedo acabar con él también.

RAYDEN EN LA AZOTEA DE UN EDIFICIO

Rayden observa las luces del ghetto.

Voz baja, hablando consigo mismo

— Crees que me has robado a mi familia, Santino. Solo me has dado una razón para vivir.

Alma se une a él

— ¿Realmente crees que va a pensar que estás solo?

Rayden sin mirarla

— Ya lo cree. Y eso es lo que lo va a matar.

EN UN REFUGIO ABANDONADO – DISTRITO OESTE DEL Ghetto

Un antiguo almacén textil desierto. Dentro, Rayden, Dante y Alma alrededor de un mapa de la ciudad. Tazas de café frías, armas alineadas, rostros tensos.

Dante inclinado sobre el mapa

— Estamos a tres manzanas del primer depósito de armas de Santino. Si no sospecha de nada, podemos poner los primeros señuelos para mañana.

Alma mirando por la ventana

— Demasiado tranquilo en la zona… apesta. Están buscando a alguien.

Rayden sombrío

— No a alguien. A mí. Aunque aún no saben quién soy.

Dante divertido

— Eres su fantasma favorito, amigo. Están asustados sin siquiera verte.

Rayden golpeando el mapa con el dedo

— Comenzamos por su memoria. Hacemos correr nombres. Rostros. Rumores.

Un antiguo Castellano habría vuelto. No yo, "un" Castellano.

Alma intrigada:

— ¿Quieres que se inventen ellos mismos la verdad?

Rayden mirada penetrante:

— Exactamente. La duda es un arma. Más precisa que una bala. Cuando se vuelvan entre ellos… golpearé.

EN EL Ghetto – DÍA SIGUIENTE

Dos hombres del gang de Santino patrullan. Un tag acaba de aparecer en un callejón: una cabeza de león con una corona.

Símbolo de los Castellano.

Hombre 1 preocupado:

— Este símbolo… ¿ya lo has visto?

Hombre 2 pálido:

— Sí. Hace diez años. En las paredes del viejo barrio. Antes de que el jefe lo quemara.

Hombre 1 mirando a su alrededor:

— Alguien está jugando con nuestros nervios. Hay que avisar a Viktor.

SEDE DE SANTINO

Viktor observa una foto del tag en su teléfono. Aprieta la mandíbula.

Viktor calmado pero frío:

— Borren esa pared. Pero dejen correr el rumor. Que los perros ladren un poco.

Teniente 1:

— ¿No quieres que averigüemos quién lo pintó?

Viktor sonríe:

— Si realmente es un Castellano, volverá al lugar donde creció. Y yo… lo esperaré.

RAYDEN EN EL REFUGIO EN LA NOCHE

Alma y Dante están medio dormidos. Rayden, por su parte, sigue despierto, sentado, con la espalda contra la pared.

Mira una vieja foto arrugada: él, de niño, con su padre. El rostro del padre ha sido quemado, pero la sonrisa del niño sigue intacta.

Rayden susurra para sí mismo.

— No seré yo a quien vea regresar… Es todo lo que ha destruido.

EN EL REFUGIO ABANDONADO EN LA NOCHE

Una luz tenue ilumina la habitación. Rayden está sentado, con la mirada fija en un mapa del ghetto extendido frente a él. Alma entra, llevando dos tazas de café.

Alma colocando una taza frente a Rayden:

— Deberías dormir un poco. La fatiga te alcanzará tarde o temprano.

Rayden sin levantar la vista:

— El sueño es un lujo que no puedo permitirme. No ahora.

Alma sentándose frente a él:

— Sabes, volver aquí… es más que una misión. Es un enfrentamiento con tu pasado.

Rayden levantando finalmente la mirada:

— Cada callejón, cada muro, cada piedra me recuerda lo que he perdido. Pero también es lo que me da la fuerza para seguir adelante.

Alma suspirando:

— ¿Y Dante? ¿Está listo para seguirte en esta locura?

Rayden sonriendo de lado:

— Dante es más que un aliado. Es un hermano. Entiende que algunas batallas deben librarse, incluso si parecen perdidas de antemano.

SEDE DE SANTINO – OFICINA DE VIKTOR – DÍA

Viktor Santino está sentado detrás de su escritorio, examinando informes. Uno de sus tenientes entra apresuradamente.

Teniente:

— Patrón, circulan rumores. Han aparecido tags en el ghetto. El símbolo de los Castellano.

Viktor levantando la vista, intrigado:

— Los muertos no vuelven. ¿Quién juega a este juego peligroso?

Teniente:

— Aún no lo sabemos. Pero los viejos comienzan a murmurar. Algunos dicen que Rayden está vivo.

Viktor levantándose lentamente:

— Rayden… Ese nombre pertenece al pasado. Pero si alguien quiere resucitarlo, descubrirá que el pasado puede ser mortal.

Continuará...