Mi corazón late apresurado, aunque los segundos siguen pasando lentamente.
Isabella
Organizo el traslado de mi papá a mi nueva casa, insistió en que nos quedáramos en la casa familiar, pero yo no puedo. Sus paredes me asfixian y siento que el techo se me viene encima, no podría vivir en paz aquí. Además, estoy convencida de que los recuerdos aceleran su condición. Por otro lado, la casa en la que vivo es de una sola planta, con espacios y entradas amplias que le van a facilitar la movilidad.
—Señorita Turner, todo está preparado para llevar al señor a su casa —informa Lucas sacándome de mis pensamientos.
—Ok, no puedo acompañarlos a casa, porque mi prometido sigue en el hospital, pero Mary los estará esperando —afirmo con una sonrisa en los labios, aunque él me mira como si quisiera sacarme los ojos.
—Está bien —dice, pero su voz no es amable.
—Señor Torres. —Lo detengo antes de que ponga un pie en las escaleras. Se gira en mi dirección y clava sus ojos de avellana en mí—. Desde ahora