Capítulo 41 Él no era como los otros.
Blake llegó al club al anochecer. El humo de los cigarrillos se mezclaba con el olor a alcohol, perfumes baratos y el aroma de sudores corporales.
Apenas entró, ese olor le hizo sentir asfixia y repugnancia. Por un momento recordó el olor que despedía la habitación en donde tenía encerrada a su esposa, pero solo fue un instante. No quería flaquear ni por un momento, seguiría con su plan hasta el final.
Entró a su oficina, e inmediatamente se sirvió un whisky bebiéndolo casi sin respirar, luego se sirvió otro, y luego el tercero…
Si era posible se ahogaría en el alcohol antes que ir por ella. Él no se doblegaba ante nada ni nadie no comenzaría a hacerlo ahora.
Henry golpeó la puerta.
_ ¿Puedo pasar señor? _ dijo con cautela, pues su jefe últimamente estaba casi todo el tiempo irascible.
_ Adelante_ dijo Blake mientras se sacaba el saco y luego la corbata_ ¿Qué novedades me tienes?
_ Han llegado el nuevo grupo de chicas desde Chicago _ dijo el hombre afirmándose contra la pare