Un incontrolable juego de seducción comienza entre Ornella y Franco. Pronto todos notan esa atracción que sienten el uno por el otro a pesar de ser casi primos. La maldad de una novia resentida y el miedo de Franco de perder la comodidad de su libertad, juegan en contra cuando quiere dominar la situación. Ornella se da cuenta que esa seducción de la que disfrutaba, no le alcanzaba, no solo quería acercamientos inocentes, quería ser hasta el aire en su respiración, ser ella la dueña de su corazón, aunque eso era más complicado de lograr.
Leer másPor Franco
Se abrió la puerta de mi oficina, no levanté la mirada de mi laptop.
Odiaba que entren sin llamar previamente.
No sé donde estaba mi secretaria.
De todos modos, los que entran sin llamar podían ser mi primo y mi madre, a quién ya curé espanto cuando me vio con mi novia en un momento bastante íntimo.
Claro, después me dio el sermón diciendo que una oficina no era para hacer esas ¨cosas¨, pero desde ese momento y para evitar su propia incomodidad, cuando necesita venir a mi oficina, me manda un mensaje por celular y luego golpea la puerta.
Siento a alguien que rodeó mi escritorio y estaba parada a mi costado.
Vi las piernas y me corrí hacia atrás, sin darme tiempo de hacer otra cosa, porque ella se sentó sobre mi escritorio corriendo la laptop.
A cualquier otra persona no le hubiese permitido hacer una cosa así.
Pero ella...me puede.
Es como una primita o algo así…
Acaba de cumplir 18 años y yo tengo 25, ella es la hija de la mejor amiga de mi madre que también es su asistente y trabajamos todos juntos en nuestra empresa familiar, que a raíz del fallecimiento de mi padre hace 2 años, me hice cargo yo, mi madre no estaba en condiciones y mi hermana tiene la edad de Ornella.
Cuando la miré me quedé sin habla.
Tenía puesto un ajustado y diminuto short de jeans y cuando digo diminuto…es muyyyy pequeño y un top negro que muestra mucho más de lo debido…
Su pecho quedó a la altura de mis ojos.
No tenía corpiño.
Yo tenía el aire acondicionado bastante alto, por lo que enseguida noté que no traía conpiño debajo de ese top negro de tela fina.
Todavía no levanté la mirada, estaba hipnotizado mirando...hacia adelante mío.
Es tu primita, me dije.
No podés ponerte así con Ornella, me moví inquieto en mi silla.
Levantá la vista idiota, me reté a mi mismo.
Con un esfuerzo sobrehumano, la mire a la cara, mi amigo me estaba avisando que deje de mirarla.
Me encontré con sus hermosos ojos verdes y una sonrisa espectacular.
-¡Hola, qué pensativo!
-Ehhhh, sí, estaba estudiando un documento.
-Ya me podés contratar como tu asistente.
-No.
-¿Por qué?
Me descolocó, no sabía qué decirle, pero tenerla todo el día cerca no podría y ni hablar del escándalo que me haría mi novia.
Estaba totalmente celosa de Ornella, no sabía por qué, si era como una primita.
-Sí, lo podés hacer, y me tenés que felicitar.
Se inclina hacía adelante, casi pone sus pechos en mi boca.
Yo doy un salto hacia atrás.
Hasta me debí haber puesto colorado, la miré, estoy muy nervioso, por no decir excitado.
-¿Qué...hacés?
-Me quiero parar y con estos tacos no puedo pararme fácil, me tenía que agarrar de vos.
Yo tengo la mente muy sucia, debe ser eso.
Cuando me mostró las sandalias de tacos rojos, abiertos y altísimos, levantó la pierna, hoy me va a matar de un infarto.
¿Lo hará a propósito? No creo...es mi primita.
Se vuelve a agarrar de mí.
Yo estoy controlando mi mente, pero tengo un límite.
-Dale, parate y dame un abrazo.
-¿Para qué?
En realidad no me quería parar, se iba a notar mi amigo, que está por reventar mis pantalones.
-Aprobé el curso de ingreso a la facultad.
Me agarra de la mano y me hace parar.
La voy a abrazar como cuando era chiquita o sino de lejos…
Pero ella, impulsiva, se pega a mí, rozándome con sus pechos y sé que está sintiendo mi erección.
Yo no doy más y me pegué a ella, sin dejar que pase ni una hoja de papel entre los dos.
No se corrió, no se alejó, yo la abrazo deslizando mi mano por su espalda casi desnuda.
-Ornella…
Le dije al oído con voz ronca.
La miré a los ojos, ella me estaba mirando.
Llevé una mano a su cara y con un dedo le delineo los labios.
Cuando me incliné para besarla, ya no aguanto más, me estaba consumiendo el deseo, y era evidente que no podía ni pensar en mis acciones, golpean en la puerta.
Nos separamos, yo me senté de golpe, se notaba la carpa en mis pantalones.
-Adelante.
Dije, tratando que mi voz salga lo más normal posible.
Entra Claudia, mi novia.
-Hola amor.
Comienza a decirme, pero cuando ve a Ornella parada al lado mío, su cara se transformó.
Quiso disimular, aunque no lo logró y sé que me espera un día de discusiones, pienso rápidamente que regalo le puedo hacer para calmarla.
-¿Qué hacés acá, Ornella?
Le pregunta de muy malos modos.
Ornella sonríe, con suficiencia, la quiero matar porque con esa sonrisa, está provocando adrede a Claudia, ya sé lo que se viene, porque entre ella y Mili, mi hermana, le hacen la vida imposible.
Cuando están las tres juntas se disputan mi atención, compiten por todo y después a compensar a Claudia con regalos.
-Vine para Franco que me felicite por mi ingreso a la facultad.
-Todos ingresamos a la facultad.
Le dice con ese aire de superioridad que la hace ver muy antipática.
-Y a decirle que mi tía me prometió contratarme como asistente de él.
-¿De quién?
Cerré los ojos, la que me espera...
-De Franco.
Claudia me mira lanzando flechas envenenadas que le salen por los ojos.
Yo levanté las manos como diciendo que no tengo nada que ver.
-¿Así vestida pensás trabajar?
Le dice con mucho desprecio.
-¿Estoy fea?
Me pregunta haciendo puchero.
Ay su boca…
Separo mis ojos sin contestar, no le puedo decir que está para derretir todo el hielo de la Antártida.
-Aparte voy a empezar en marzo, primero vacaciones y mucha pileta.
Me mira guiñandome un ojo.
-Pareces una cualquiera vestida así.
No, no, no…
-Cuando tenga tu edad, me voy a vestir como una vieja.
Y lo vi venir.
Las tenía a las dos de frente, a punto de agarrarse de los pelos.
-Chicas, ya está bien.
Dije parándome entre las dos.
-Ornella, discúlpate.
-¿Por qué? Me llamo una cualquiera.
-Orne, cielo, no sos una cualquiera, pero ya te dije varias veces…
Me quedé, porque Claudia estaba a punto de golpearme a mí.
-Les dije varias veces a vos y a mi hermanita -resalte hermanita- que no se pueden vestir tan provocativas, está mal.
-Pero es muy divertido ver como todos, absolutamente todos los hombres, nos miran y nos dicen cosas.
Mi cara cambió, tenía un ataque de celos, quiero taparla, que se quede conmigo, debajo de mí sería mejor.
Estoy loco por lo que estoy pensando con mi novia delante mío.
No resistí el impulso de pensar en ella de esa manera.
-¿Están locas? Se pueden cruzar con algún degenerado que quiera hacerles algo, tocarlas o algo peor.
M****a, como que me estoy describiendo.
La tengo tomada por el brazo y se lo estoy apretando más de lo debido.
-¿Qué te pasa? Me lástimas.
Ornella se queja
-Tienen que tener cuidado, no es divertido lo que hacen.
Mis palabras son para llamarle la atención, como el adulto responsable que soy.
-Franco, ¿Por qué te ponés así? Ella no es nada tuyo.
-Claudia, te equivocás, es por mi hermana y por ella, ninguna de las dos tienen padre y el hombre de la casa soy yo, son mi responsabilidad.
-Yo me visto como quiero, cuando tenga 30 o por ahí 40, me voy a vestir como ella.
Ornella no se calla y busca provocar a mi novia y lo logró fácilmente.
-¿Ves? Me trata de vieja.
-No te dijo nada, y vos tapate un poco porque sino…
Me mira sonriendo ¿Me está provocando a propósito?
-¿Por qué sino qué?
Me está desafiando y si estaríamos solos, le contestaría…
No puedo ni empezar a decirle todo lo que me provoca hacerle.
Noto que me estoy poniendo duro de pensar, no Franco, no es el momento.
-De verdad, eviten problemas.
-Ufa.
Me dice con una actitud infantil, que nada tiene que ver con su cuerpo y su cara.
Sí, tiene rasgos infantiles, una carita en donde se notan sus 18 años, pero...m****a, no dejo de repetirme que ya tiene 18.
No entiendo que me está pasando.
Es un juego peligroso, es una chiquilla que vi nacer, crecer y...desarrollarse.
-Orne, me alegro mucho por tu ingreso a la facultad…¿Ahora, nos podrás dejar a Claudia y a mí para tratar un tema importante a solas, por favor?
-Esta bien, nos vemos.
Me abraza pegando su cuerpo al mío, yo me quedo inmovil, Claudia me mira con odio y celos, trato de no sentir los pezones parados de Ornella en mi pecho.
-Anda con cuidado.
Dije tomando fuerzas no sé de donde, para separarla de mí.
Cuando por fin se fué, me acerque en forma inmediata a Claudia
-Cielo, ahora que estamos solos…
-¿Ahora si te acercás?
-¿De qué hablás? Siempre me acerco a vos…
-Esta mocosa me tiene harta, ya lo sabés.
Claudia no puede dominar sus celos.
-No puedo hacer nada, es casi mi primita.
-Casi.
Recalca.
-Claudia, no empieces con tus celos absurdos.
-No son absurdos.
-Sí y lo sabés, quiero estar bien con vos y no discutir otra vez a causa de Orne.
-No la llames Orne, me enferma.
-Se llama así, basta, de verdad, es casi mi prima, la ahijada de mi madre y la mejor amiga de mi hermana.
-Esa es otra.
-¿Quién?
-Tu hermana.
-Ya basta, no podés meterte con Mili, ni siquiera está.
-Perdón, corazón.
-¿Vez? Terminamos mal en lugar de estar ocupando el tiempo en otra cosa.
La verdad es que toda la excitación que me había provocado Ornella había desaparecido, pero sé que con unas pocas caricias, estaría otra vez a mil.
Necesitaba un desahogo, por Dios…
-Clau, vení, necesito tus besos.
Soy un mentiroso, lo que necesitaba era un desahogo…
Terminamos haciendo un rapidito en mi oficina.
Tratando de no hacer demasiado ruido, sé que se escucha y mi asistente, una señora a punto de jubilarse, que trabaja con mis padres desde tiempos remotos, siempre, absolutamente siempre, le va con el chisme a mi madre.
Pero esta vez sentía que explotaría si no me echaba uno, aunque sea rapidito y todo por culpa de Ornella.
Estuve a punto de besarla y le apoyé mi miembro endurecido.
Estaba casi obsesionado con ese momento, nunca tuvimos un momento tan…íntimo.
Soy una bestia, es como mi primita y yo solo recuerdo su pecho a la altura de mis ojos.
Aparte, la que se vendría si es que mi madre la contrata como mi asistente, no podría aguantar tenerla siempre cerca.
Aunque realmente siempre está rondando por donde estoy.
Sé que es casualidad, es que con mi hermana hacen todo juntas.
Por eso la veo siempre, y por siempre, quiero decir todos los días.
Si tengo que ir a buscar a mi hermana a una discoteca, las traigo a las dos, si la tengo que llevar a un recital, las llevó a las dos, si estan tomando sol en casa, están las dos, si entran a la piscina, entran juntas, en la facultad también hicieron el ingreso juntas y obvio que eligieron la misma carrera.
Se visten parecido y más allá de lo que me provoca Ornella, no me gusta para nada cómo se visten.
Mi hermana es muy bonita y tiene buen cuerpo y Ornella también, hasta en eso se parecen, físicamente son bastante parecidas.
Es verdad siento que debo proteger a mi hermana, mi madre no se recuperó del todo de la muerte de mi papá.
El padre de Ornella falleció hace 6 años, también estuve para ella cuando sucedió, en esa época trate de llevarlas al cine, a tomar helados, a pasear, y creo que por eso digo que es casi como una prima.
Una prima que no tiene ni una gota de sangre en común conmigo.
Por FrancoNos hicimos un tiempo, en medio de los preparativos, para cenar con Mili y Leandro, estábamos los cuatro en un conocido restaurante, cuando entra Claudia con una de sus amigas, apenas nos vé, se dirige a nuestra mesa.-Son dos mosquitas muertas, me imagino que ya hiciste separación de bienes.Las agrede sin razón.Al hablar de separación de bienes, con Leandro nos miramos, porque las palabras de Claudia, nos confirmaron que el tema económico era lo más le debía doler al haber terminado la relación que tenía tanto con Leandro como conmigo.Su corazón era de piedra, solo se regía por la parte económica.Es muy venenosa, no sé cómo no me di cuenta antes.-A las chicas las respetas.Le dice Leandro de muy mala manera.-No pienso hacer separación de bienes.Le contesté con una sonrisa, sabiendo que mis palabras la iban a herir más que cualquier infidelidad que haya sufrido.-Es una interesada, por eso está con vos.-Yo sé que no es así y si lo fuera, le doy mi empresa, enterita
Por FrancoCon Ornella decidimos casarnos lo antes posible, no tenía sentido extender la fecha de nuestro casamiento.Los días pasan vorágines.Estamos a full con los preparativos de nuestra boda.Ornella está entusiasmada, Mili la ayuda con todo y entre las dos me estaban volviendo loco.A cada rato mi hermana está dando vueltas por la oficina de Orne, con ideas nuevas que tienen que ver con mi casamiento.A veces viene solo para hablar con Ornella y contarle cómo se siente con Leandro, está entusiasmada con esa relación, creo que van a llegar a buen puerto, porque él está pendiente de mi hermana y se comporta como un hombre enamorado, nunca lo imaginé en ese rol.La noticia fue que mi madre nos informó que iba a convivir con su pareja, es normal su deseo, aunque me duela un poco, en realidad lo que me duele es la ausencia de mi padre, pero eso no tiene remedio y entiendo que ella es joven y la vida sigue su curso.Mi madre decidió esperar a que volamos de la luna de miel para mudars
Por Franco.Llegamos cuando ya estaban todos, me costó dejar el hotel, me hubiese quedado todo el día, es verdad, estuvimos casi todo el día.Lo cierto es que no me alcanza.Le quiero proponer la fecha de nuestro casamiento, que sea cercana, pero no lo voy a hacer el día del cumpleaños de mi hermana. Me asombré cuando lo vi a Leandro, otro que entró de cabeza.Escuché que Ornella le estaba contando a mi hermana que había un caño en la habitación del hotel, era discreta, porque estaban hablando super bajito, pero estaban al lado nuestro.Y los tres nos quedamos callados en ese momento.-Me falta una novia.Dice Mauro de repente.-NAAA, mejor llamo a Gustavo, que presiento que va a ser mi nuevo compañero.-Ni lo dudes.Confirma Franco.Quiere decir que abandona sus correrías.Yo también lo hice.-¿Sacaron todas las cámaras infiltradas?Nos preguntó Hugo.-Sí, por suerte, todavía tiemblo pensando en todo eso.-Pero dejaste los caños putito ¿No?Dice mi primo.-¿Caños?Pregunta intrigado
Por MiliCuando me preguntó si quería ir a otro lado, mi cara ardía de vergüenza, porque sí, quería.Leandro se acercó a mi hermano, no pude sostenerle la mirada a Franco.Distinto fue con Orne, le hice una seña, de que me iba con Leandro.Mi hermano me miraba mientras hablaba con Leandro, no sé qué dijeron.Los saludamos y luego Leandro me guiñó un ojo.Estoy estremecida hasta los huesos, tengo mucho pudor y también mucha ansiedad.Por dios, siento que me enamoré de él.Esos ojos dorados, que parecen sonreír cuando me miran, me vuelven loca.Su sonrisa desfachatada, todos sus piropos, con palabras siempre en el límite de lo sexual.Me hace sentir una mujer sexi, hermosa, sé que soy bonita y trato de verme siempre sexi, pero él me hace sentir segura, deseable, como si fuera una mujer fatal.De todos modos, en el instante que salimos de la discoteca, que fue cómico porque él seguía vestido de mujer, se puso serio.-Tu hermano me dijo que si no te cuidaba iba a pagar con mi vida.-Es
Por FrancoLlegamos a la discoteca. Cuando nos vieron llegar, todos se reían a carcajadas y hasta nos aplaudían.-¡Esto es ser machos!Gritó uno de los muchachos que era amigo de Mili.Cuando les contamos que nos trataron de travestis, todo el mundo estaba doblado de la risa.Esa noche también teníamos todo el vip, pero la pista era común al resto de la discoteca.Le pedí a las chicas que no tomen ni una gota de alcohol.Lo entendieron.Nos divertimos mucho.El único inconveniente fue que en la pista de baile de baile estaba Claudia con una amiga.No me puede perseguir la maldita mala suerte.Yo estaba de la mano con Ornella y Leandro estaba abrazado a Mili.Ella nos vio a los dos al mismo tiempo.Las chicas también la vieron.Claudia nos miraba sin comprender, pero cuando miró a mi hermana, abrazada a Leandro, se quedó quieta en el lugar, justo en ese momento, ellos se estaban matando con un beso.Es un poco incómodo para mí, ver a mi hermanita a los besos con Leandro.Ok, voy a dej
Por FrancoLa policía estaba tratando de determinar el alcance de las cámaras que nos infiltraron.Eran súper potentes.Hicieron el trabajo en tiempo record.Es increíble lo que se logra con plata y contactos.Rastrearon la dirección IP de las cámaras que a través de las que teníamos nosotros se le hicieron capturas, todo llegaba hasta Sweet.En realidad, el personal de ellos, que eran los operarios que ponían los caños, agregan cámaras para decidir a quienes podían robar, extorsionar, etc.Parecía una película de detectives.Fue fácil para Mauro hacerse pasar por el baboso acosador, tanto, que las chicas con la excusa de tomar algo y traerle algo a Mariana, los pudieron dejar a solas y al ratito, entraron al gimnasio dos detectives, que previamente ya habían hackeado las cámaras que nos habían infiltrado ellos.Mauro casi arruina la operación, porque estaba demasiado cerca de Mariana, se tomó en serio el trabajo de acosador y no sabían si estaba armada.Después del arresto, a ella le
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