—Hay personas que logran traspasar barreras, y sacar lo mejor de nosotros —expresó sin dejar de verla—, sería imposible no sucumbir ante esa mirada, y esos ojos que lo dicen todo —declaró.
La respiración de Myriam se acortó por segundos, las piernas le temblaron y su corazón latía de prisa.
—A veces es bueno romper las reglas —susurró Gerald, la acercó a él, y unió sus labios a los de Myriam poniendo el alma en ello.
Ella cerró sus ojos y se aferró con sus brazos al cuello de Gerald, correspondió aquella caricia con alma, vida y corazón.
—No me alejaré —murmuró ella entre los labios de él, recordando con claridad lo que él le pidió cuando ella empezaba a delirar.
Él corazón de él palpitó con fuerza al escucharla.
A los periodistas no les quedó más dudas, aquel beso, y la confesión que hizo Gerald Lennox, provocó que el incidente que protagonizó Silvia, pasara a segundo plano.
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Al día siguiente todos los diarios hablaban sobre el frío e implacable Gerald Lennox conver