¿Un bebé?
Embarazada.
Rebecca se quedó sin palabras, Aleksander se puso pálido y por varios segundos ninguno de los pronunció palabra pues parecieron quedarse mudos ante la noticia. Iban a tener un hijo. Un bebé era inesperado, pero no de mala manera, solo fue sorpresivo.
Rebecca tardó en procesar las palabras y entonces miró a su marido con fascinación. ¡Tendrían un bebé! Iban a tener un bebé. La sonrisa de felicidad que iluminó el rostro de su esposa sacó al italiano del letargo y supo, atónito, que un bebé no podía ser una mejor noticia, especialmente porque ella era la mujer que amaba fervientemente.
—Un bebé, vamos a tener un bebé.
—Oh, Dios, Rebecca, esto es fantástico.
El italiano sujetó el rostro de su esposa y la besó cargado de felicidad. Iba a ser padre, serían una familia y todo estaría de maravilla. Puede que estuvieran pasando por un mal momento, especialmente Rebecca por todos los problemas familiares que estaba enfrentado pero era solo una tormenta, cuando pasara