El final.
Adrián Fontana
Cuando abrí los ojos, me encontré sumido en un mareo confuso. La luz blanca del lugar me cegó por un momento, y mi mente luchaba por salir de las tinieblas de la inconsciencia. Con un esfuerzo titánico, logré enfocar mi mirada y distinguir la figura familiar de mi madre, sentada junto a mi cama.
Su rostro estaba lleno de angustia y alivio a la vez, sus ojos cristalinos reflejaban una mezcla de emociones. Con delicadeza, sostuvo mi mano entre las suyas, transmitiéndome una sensación de seguridad y cariño que me reconfortó en medio de la confusión.
— ¿Mamá? —mi voz sonaba ronca y débil mientras intentaba asimilar lo que veía. Mi madre, con los ojos llenos de lágrimas, se acercó rápidamente a mi lado.
— ¡Adrián, hijo mío! —sus palabras estaban llenas de alivio y preocupación. Me sostuvo la mano con ternura mientras me miraba con amor y angustia. Hace años no me miraba con amor.
— ¿Qué pasó? ¿Cómo llegué aquí? —mi mente estaba llena de confusión mientras trataba d