¿En qué momento flaqueó en su actuación, revelando algún defecto?
—¿Por qué me falta nobleza? ¿Acaso tú, ciega como estás, eres mejor? Isabela, aunque hayas recuperado la vista, a mis ojos sigues siendo esa mujer ciega, ¡maldita ciega!
—¡Mi situación fatal es culpa tuya y de Thiago! Vosotros dos acaparáis la fortuna familiar y no me dais ni un centavo. Thiago me prometió dar diez mil al mes, pero tú insististe en que solo me diera tres o cinco mil. Cuando me sometí a la pequeña operación, Thiago solo me dio cinco mil al mes.
—¿De qué sirve eso? Se acaba en unos días.
Isabela respondió, —Tienes las manos y los pies, estás perfectamente sana. Puedes encontrar trabajo para mantenerte. Si no puedes trbajar en algo profesional, sigue el ejemplo de tus dos tías y hazte limpiadora.
—No hay trabajos humildes. Si trabajas como limpiadora, al menos ganarás algo de dinero cada mes.
—O, si te falta dinero, deja de malgastar el dinero como solías hacer.
—¿Sabes por qué tus padres no te han dejado l