Qué irónico.
Sabía perfectamente que su familia le haría algo mal, pero Liberty, su enemiga acérrima, nunca haría algo así.
Enrique dijo, —Chloe, es nuestra forma de mostrarte el cariño. Somos familia. Como estás en el hospital, teníamos que venir a verte para quedarnos tranquilos.
—Estoy envejeciendo, ya no tengo las fuerzas que tenía antes y, después de esa larga estancia en el hospital recientemente, no estoy en condiciones de cuidar de ti. Pero tus hermanos son jóvenes y fuertes, perfectamente capaces de cuidar de ti.
—Si te resulta incómodo, que vengan tus cuñadas a hacerte compañía. No hagas que Gonzalo esté siempre aquí, al fin y al cabo es un extraño y un hombre.
Enrique hizo hincapié en esto con la esperanza de mantener separados a su hija y a Gonzalo.
Enrique supuso que el personal del hospital, desinformado, debía de haber pensado que Gonzalo era el marido de Chloe.
Le tenía una gran aversión a Gonzalo.
O, para ser precisos, odiaba al asistente de la cabeza de familia.
Aunqu