Zorrita puso muy mala cara y fulminó a Arturo.
Arturo le extendió las manos y le dijo: —Te digo la verdad, realmente no recuerdo dónde lo puse. ¿Por qué no entras a revisar por todos lados a ver si lo encuentras?
—O podrías desnudarme y ver si lo que buscas lo tengo escondido.
Zorrita saltó de la pared.
Arturo abrió los brazos al instante para intentar atraparla, pero recibió una patada de la Zorrita saltarina y retrocedió unos pasos sin alcanzarla.
Zorrita aterrizó firmemente frente a él.
Arturo respiró aliviado.
Estaba un poco dolorido por la patada, pero parecía muy tranquilo y dio unas palmaditas en el lugar donde lo habían pateado, borrando las huellas de polvo.
—La pared es muy alta, no saltes así, ¿y si te caes y sufres daño? —dijo Arturo.
—De ninguna manera me voy a caer. —respondió Zorrita con frialdad.
Extendió la mano y agarró a Arturo por el cuello y tiró de él hacia ella.
Arturo no se resistió.
Le rebuscó en los bolsillos de la camisa y el pantalón y sólo encontró el celul