Todos lo sabían.
Después de que todos se enteraron del tipo de vida que llevaba Isabela en la casa de Nuñez y de cómo la trataba Dalia, todos deseaban que Dalia fuera encerrada en prisión por el resto de su vida.
Así que, ahora que Isabela le estaba poniendo las cosas difíciles a Dalia, no pensarían que se estaba pasando, sino que no era lo suficientemente despiadada.
Callum cogió de la mano a su novia y la apoyó sin palabras en cualquier decisión que tomara.
A Isabela le costó mucho llegar hasta aquí.
Tenía buena suerte, de lo contrario ni siquiera podría vivir ahora.
El mal rato que le había echado a Dalia era una venganza muy leve comparado con lo que Dalia y Marisol le habían hecho a ella.
Isabela inclinó la cabeza hacia Callum y sonrió, pero en lugar de hablar, le apretó la mano.
No se dejaría vencer fácilmente, ni perdonaría a alguien con tanta facilidad.
Dalia y dos de sus primos seguían esperando en la puerta la respuesta.
No había aire acondicionado fuera y, sentada frente a l