Callum acompañó a Isabela fuera del hotel y luego, muy caballerosamente, se ofreció a llevarla de vuelta a la floristería.
—Gracias, señor Callum, pero no hace falta. Está bien que usted me pare un autobús que pase por mi floristería.
Callum estuvo de acuerdo pensando que ella saldría mucho en el futuro y siempre habría un momento en el que ella tendría que viajar en autobús.—De acuerdo, te llevaré fuera a la parada del autobús.
—Gracias.
Isabela volvió a dar las gracias.
Probablemente era la que más decía "gracias" cuando estaba con él.
Afortunadamente para los dos, justo cuando llegaron a la parada, llegó un autobús de línea 6. Callum paró el autobús y vio a Isabela subir antes de dar la vuelta y dirigirse de nuevo al hotel.
En el pequeño aparcamiento frente al hotel, se encontró de nuevo con los enamorados Zachary y Serenity.
—Callum, ¿dónde está la señorita Nuñez?
Preguntó inconscientemente Serenity al ver que sólo estaba su cuñado y sin Isabela a la vista.
Ella sabía que Callum ha