Berta se fue a casa con una mirada abatida y malhumorada.
Estaba desmotivada para participar en las actividades y sólo pensaba en el calendario: ya era el 15 y su periodo se había retrasado casi dos semanas.
No sabía el porqué, pero hacía unos días oyó por casualidad que una compañera de la clase vecina estaba embarazada, e intentaba ir al hospital para abortar al bebé...
Berta se estremeció al recordar aquella noche inexplicable con Santiago.
Con una repentina debilidad en las manos y los pies, compró una prueba de embarazo... Tras realizar la prueba con una sensación de inquietud, comprobó que se trataba negativo, y sus nervios tensos se relajaron un poco.
Pero luego miró en Internet y había mucha gente que decía que era posible hacerse una prueba de embarazo una vez y que no fuera exacta...
Los nervios de Berta estaban a punto de estallar.
Así que estos días trató a Santiago como si fuera aire y mantuvo una cara fría hacia él, uno, ya no sabía qué debía hacer, y dos, realmente no sa