326. Combatiendo al alfa supremo
Kiara
Tan pronto como Jason se fue, el silencio se volvió pesado dentro de la habitación.
Mi pecho aún me dolía por la tensión que flotaba en el aire.
Antes de que pudiera respirar, mi padre se dio la vuelta, con la mirada tormentosa.
"¿Por qué lo tocas tanto, Kiara?"
Su voz salió baja, pero cargada de unos celos que me atravesaron como un dardo.
Enderecé los hombros, firme.
"¿Quieres perderlo para siempre, es eso?", le devolví la mirada.
"Está herido. Lastimado. Perdido entre dos historias. Una que le contaron toda la vida y otra que ni siquiera conoce aún. Tenía que ser acogido. ¿Pero qué es lo que le estás transmitiendo, papá?"
Mi madre dio un paso, su mano tocando su brazo como siempre hacía cuando quería que volviera a controlarse.
"Stefanos..."
Pero yo ya estaba poseída. Indignada.
"Siempre los escuché decir que... cuando Malik llegara, sería bien recibido. Con los brazos abiertos. Que no habría sarcasmo, ni ofensa. Que intentaríamos entender todo lo que pasó. Que lo ayudaríamos