Kiara

El silencio que se instaló en el campo después de que la puerta de la sala se cerró era casi sofocante.

Yo me quedé allí, al lado de Mike, todavía procesando todo.

"¿Deberíamos haber hecho algo?" pregunté bajito, los ojos fijos en la puerta.

Mike suspiró y se pasó la mano por el pelo.

"No." respondió, el tono más firme de lo que esperaba. "Si hay alguien a quien ella puede enfrentar, es a él. Y si te metías en medio ahora, solo lo empeorarías."

Asentí despacio, aunque la preocupación aún me carcomía por dentro.

"No me gusta cuando las cosas se salen de control. No sé qué le dio a Pierre para actuar así con ella." resoplé.

"Dale un poco de tiempo y todo se aclarará." lo miré de lado, como si él supiera algo.

"¿Y tú?" cambié de tema, intentando aliviar un poco la tensión. "¿Qué haces aquí? Creí que ya no querías saber nada de entrenamientos y líneas de defensa."

Una sonrisa torcida apareció en sus labios.

"Estoy aquí porque mis padres están enloqueciendo." dijo con una risa baja.